Cuando la iglesia impulsa una conexión de amor

La iglesia provee una conexión para que experimentemos y compartamos amor
La iglesia provee una conexión para que experimentemos y compartamos amor

El año 2020, la iglesia lució bastante diferente de lo normal. Muchas iglesias tuvieron que usar transmisiones en vivo para mantener junta a la congregación durante tiempos de aislamiento social. A pesar de que el mandato de mantenernos en casa requería que la gente se aislara, la necesidad de juntarnos se agudizó. Me atrevería a decir que debido al Covid y al mandato de quedarnos en casa, más gente fue atraída a la iglesia. Al menos ese fue el efecto que causó en mí.

En agosto del 2020, mi vida iba por un trecho espiritual difícil. Pasaba por un tiempo en que tuve que enfrentar la muerte de una amiga de mi niñez. También pasé por el proceso de deconstruir y construir otra vez mi fe. Como muchos, perdí mi trabajo y me sentí derrotada en mis esfuerzos. La pandemia me dejó sintiéndome vacía y sin esperanza. Temía que las cosas no mejorarían para mí. Como mucha gente hace en tiempos difíciles, me volví hacia la iglesia. Empecé a mirar la transmisión en vivo de una iglesia local en Facebook, y rápidamente me involucré en un grupo pequeño de la iglesia que se reunía una vez a la semana. En ese momento de mi vida necesitaba de ese grupo. Necesitaba ser escuchada. Necesitaba aprender, y necesitaba ser amada y amar.

Quisiera articular un poco más estos puntos. La iglesia nos da la oportunidad de ser escuchados, de aprender, amar y ser amados.

La iglesia es una oportunidad para amar

Todos tenemos una historia. Todos tenemos un caminar personal con Dios. Pero también necesitamos un lugar donde compartir nuestro caminar personal. Dicho lugar donde compartir debe ser un lugar seguro para que la gente revele su verdadero yo en la comunidad de la iglesia. ¿Cómo hacemos algo así? Escuchamos. Abrimos nuestros corazones. Empatizamos, apoyamos y animamos a nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Todo y cada uno de nosotros tiene una voz. Todos tenemos una historia. La iglesia debe ser un lugar para compartir sin temor a ser juzgado y ridiculizado. Debe ser un lugar donde se  nos reconoce por nuestra fe y carácter.

Cuando escuchamos a otros también aprendemos. Necesitamos aprender. El ir a la iglesia nos da la oportunidad de aprender acerca de las obras de Dios. No solo cómo Dios obró en la Biblia, sino cómo Dios está obrando en nuestra comunidad. Como cristianos necesitamos aprender unos de otros. También necesitamos asegurarnos de que estamos anclados en las enseñanzas de Dios. Necesitamos conversar acerca de cómo estas enseñanzas se alinean con el mundo en el que vivimos hoy.

Creo que esto es aún más cierto el año 2021. Todavía luchamos contra la pandemia. Luchamos en contra de una violencia racial venenosa. Tratamos de buscar justicia para las vidas inocentes que han caído en manos del odio. Estas son materias en las que necesitamos educación. Son asuntos sobre los cuales la iglesia debe ser abierta. Como cristianos necesitamos levantarnos y hablar por aquellos que no tienen voz. Necesitamos aprender a estar en silencio y darle la plataforma a aquellas voces que necesitan ser oídas.

Habiendo dicho todo esto, lo más importante acerca de la iglesia es que nos provee de un lugar para amar a Dios y al prójimo. Crea un lugar para que cultivemos una fe genuina. Crea un espacio para que cultivemos nuestra fe. En esta comunidad de fe no solo somos capaces de experimentar nuestro crecimiento espiritual, sino de ver el crecimiento espiritual de otros. Esto fue para mí lo más importante acerca del grupo pequeño al que asistí. Sabía que cuando entraba en ese lugar, sería recibida con amor. Sabía que sería escuchada. Sabía que aprendería y, más importante, sabía que sería amada. El amor es lo más grande de todo. El amor es el reflejo de Dios. Y si la iglesia es el reflejo de Dios, entonces la iglesia reparte amor. Este amor tiene el poder de cambiar corazones y ciudades. Esta es la razón de por qué la iglesia es vital no solo para nuestro propio caminar en la fe, sino para la comunidad que allí se reúne.

Madison Myers took a 4000-mile journey of discoveryMadison Myers estudia Mercadotecnia en la Universidad de Tennessee, Chattanooga. Madison ha viajado a la mayoría de los parques nacionales de nuestro país y su meta es visitarlos todos.

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