¿Qué diferencia a la Iglesia Metodista Unida de otras denominaciones cristianas? ¿Son los metodistas unidos algo único? Puede que parezca que no hay demasiado que separe a una denominación cristiana del resto. Pero incluso algunas diferencias sutiles apuntan hacia algunos puntos en que difieren en forma sorprendente.
La mayoría de los cristianos profesan creer en las siguientes afirmaciones:
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por el Espíritu Santo,
nació de María Virgen,
padeció bajo Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió al lugar de los muertos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección del cuerpo
y la vida eterna. Amén.
Los metodistas unidos afirman esta declaración de fe. De hecho, este credo se conoce como el Credo Apostólico y es recitado en alguna de sus formas en muchos de los servicios de adoración de los metodistas unidos.
En general, no existe una creencia o práctica especial que distinga al metodismo unido de otros grupos cristianos o denominaciones. Creemos en la Trinidad (Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo). Creemos en el nacimiento, muerte y resurrección de Jesús, como lo hacen otros cristianos. Practicamos la adoración, la oración y los sacramentos (bautismo y santa cena) como lo hacen otros cristianos. Leemos la Biblia con otros cristianos y cantamos las mismas canciones.
La Iglesia Metodista Unida surgió de las divergencias y fusiones de otros grupos cristianos. En particular, el movimiento metodista empezó en la Iglesia de Inglaterra en el siglo XVIII. Muchas de las prácticas anglicanas todavía se ven claramente en las prácticas metodistas unidas de hoy.
Origen del metodismo
Un grupo de gente que buscaba un avivamiento, incluyendo a Juan y Carlos Wesley, empezaron un movimiento dentro de la Iglesia Anglicana del siglo XVIII. Buscaban vivir una expresión de fe personal que impactara al mundo a su alrededor. Con este fin, se centraron en la obra de Dios y la obra del creyente. Tenían el desafío de vivir su fe a través de la acción.
Los hermanos Wesley, pero Juan en particular, desafiaron a los creyentes a que vivieran su santificación. La santificación es el proceso por el cual el creyente es conformado a la imagen de Cristo. Los primeros grupos metodistas y también los metodistas que vinieron después han enfatizado mucho el ayudar a los pobres, cuidar de los enfermos, visitar a los prisioneros y romper el círculo vicioso de la injusticia en sus comunidades.
Los Wesley creían que la humanidad nace en pecado. Sin embargo, Dios interrumpió nuestro dañino círculo pecaminoso por medio de la vida, muerte y resurrección de Jesús. Si los fieles tienen que conformarse a la imagen de Jesús, entonces nuestra fe nos empuja a romper los dañinos ciclos de pecado.
Subrayando la creencia de que la fe es un esfuerzo personal, los primeros metodistas se organizaron en grupos pequeños que se juntaban para la oración, estudio y rendición espiritual de cuentas. Estos grupos con frecuencia desafiaban a los participantes a que mencionaran las maneras en que habían estado viviendo su fe.
Fe en acción
La fe es personal pero no es privada. Jesús amonestó a sus primeros discípulos a amar a Dios con todo su corazón y a amar al prójimo como a sí mismos. Los Wesley promovieron más expresiones de este mandamiento: nuestra fe se ejemplifica por la manera en que amamos a otros. Juan Wesley señaló una vez: “No hay santidad que no sea la santidad social.” Estamos destinados a expresar nuestra fe en comunidad con los demás.
Los metodistas unidos viven una fe activa a través de ministerios de servicio, como se ve en el Comité Metodista de Ayuda o en el programa Justicia para Nuestros Vecinos. Estas organizaciones buscan expresar su preocupación por otros enfrentando los problemas de justicia social, tales como la lucha contra la pobreza y la promoción de la educación y los servicios de salud. El énfasis en la educación y la atención médica es la razón de que haya tantas instituciones que incluyen el término “metodista” en sus nombres. Muchas fueron fundadas por organizaciones metodistas.
Énfasis en la gracia
El cuidar del prójimo es una expresión de gracia. La gracia es el amor y favor inmerecido de Dios hacia la humanidad. Dios da su gracia y amor libremente a toda la gente, independientemente de sus circunstancias o acciones.
Uno no gana la gracia. Es un regalo de Dios que está presente en nuestras vidas incluso antes de que nos demos cuenta de ella. Los metodistas unidos la llamamos “gracia preveniente”. A través de la gracia de Dios los humanos son transformados y empoderados para vivir en maneras que extienden a otros el amor de Dios.
Los metodista unidos administran dos sacramentos. El sacramento es una actividad humana a través de la cual Dios está activo. A través del sacramento encontramos la gracia de Dios. En consecuencia, la Santa Comunión —que también se conoce como Santa Cena o Eucaristía— está abierta a todo el que desee recibir los elementos de pan y vino, y participar en la gracia de Dios. El otro sacramento metodista unido es el bautismo, que es un rito de iniciación en la comunidad cristiana. En la Iglesia Metodista Unida, el bautismo está abierto para gente de toda edad.
Los metodistas unidos practican otros ritos y proclaman otros medios de gracia, pero no los consideramos sacramentos. La confirmación, el matrimonio y la ordenación son parte de la vida de la iglesia. Otras formas de participar y compartir la gracias de Dios son la adoración, la oración y el servicio a otros.
Un gran paragua de creencias
Es difícil describir las creencias metodistas unidas a causa de la naturaleza inclusiva de la iglesia. Como iglesia internacional, la Iglesia Metodista Unida representa una amplia gama de trasfondos, experiencias y perspectivas. Debido a que la experiencia personal es fundacional para la teología metodista unida, a menudo esto produce diferencias en las áreas de interpretación bíblica y formación teológica.
La Iglesia Metodista Unida está comprometida con la unida, a la vez que adopta la diversidad de creencias y experiencias. Si uno visita una congregación metodista unida en Spokane (WA) tendrá una experiencia distinta a la que tendría en una congregación metodista unida de Kinshasa, República Democrática del Congo. Aunque estas dos congregaciones mostrarán diferencias en prácticas y creencias, ambas profesan el compromiso de compartir el amor de Dios a través de Jesucristo.
Una estructura única
El Libro de Disciplina Metodista Unido describe la doctrina y la forma de gobierno de la denominación. La Disciplina es la constitución de la organización, y organiza el gobierno de la iglesia en tres ramas distintas: ejecutiva, legislativa y judicial.
La rama ejecutiva está compuesta por los obispos metodistas unidos, quienes tienen autoridad sobre iglesias de regiones geográficas específicas. La rama ejecutiva no tiene un solo líder a la cabeza. Aunque los obispos eligen a un presidente del Concilio de Obispos, esta persona sólo actúa como portavoz y no le está permitido tomar decisiones ejecutivas a nombre de la iglesia.
Es la Conferencia General la que toma las decisiones en cuanto a la política y práctica de la iglesia. La Conferencia General es la rama legislativa que se reúne cada cuatro años. Está compuesta de delegados elegidos de cada región geográfica de la iglesia.
Finalmente, el Concilio Judicial y sus subsidiarias forman la rama judicial del gobierno metodista unido. Son responsables de interpretar y hacer que se cumplan las políticas y regulaciones denominacionales. Además, tienen la responsabilidad de resolver los conflictos y disputas que surjan en la denominación.
Hay mucho más que aprender de la Iglesia Metodista Unida, la cual no es la única denominación cuyas raíces surgen en el movimiento iniciado por los hermanos Wesley. La Iglesia Metodista Libre, La Iglesia Nazarena y la Iglesia Africana Metodista Episcopal son ejemplos de otras denominaciones metodistas o wesleyanas. Para más información sobre la Iglesia Metodista Unida, visite Ask the UMC.