¿Qué cambio significativo en el trabajo de la justicia racial ocurriría si cambiamos dos pequeñas palabras?
“Si pudiésemos hablar de ‘nosotros’ en lugar de ‘ellos’, sería un gran cambio”, dice Darlene Alfred, mujer metodista unida que aboga por la justicia racial en el estado de Texas.
El enfrentar esta pregunta y el ofrecer pasos concretos para combatir el racismo en los Estados Unidos es parte del antiguo trabajo de las Mujeres Metodistas Unidas (MMU). El año 1978, la División de Mujeres (que hoy es MMU) de la Junta General de Ministerios Globales de la Iglesia Metodista Unida creó el Charter for Racial Justice . En 1980, la Conferencia General adoptó la carta para toda la denominación y la ha seguido adoptando cada ocho años. La última vez fue el año 2016.
“Hemos recorrido un largo trecho y todavía tenemos mucho camino que recorrer”, dice Emily Jones, ejecutiva para la justicia racial de Mujeres Metodistas Unidas (foto a la derecha). “Celebramos el progreso”, dice Jones, “pero no somos ingenuos en cuanto a que debemos avanzar mucho más para vivir en plenitud nuestro llamamiento de Dios”.
A lo largo de la conexión, las líderes de MMU organizan discusiones, grupos de estudio, protestas pacíficas y otras actividades en apoyo a la Carta de Justicia Racial. Nuestro trabajo tiene dos vertientes en su enfoque.
“¿En qué maneras vivimos fielmente y en qué maneras vivimos como racistas? El trabajo de autoanálisis interno es muy importante; y también es importante el trabajo externo de justicia y abogacía en el que abordamos el racismo del medio ambiente, la tasa de mortalidad materna, el canal que corre desde la escuela a la prisión, y el derecho a votar”, dice Jones.
Alfred (foto a la izquierda) ha trabajado en esto por décadas, guiando a la juventud de su iglesia y a un grupo ecuménico de adultos de su comunidad. Además de su trabajo en cuanto a la justicia racial y la violencia doméstica que realiza para MMU, Alfred es parte de un grupo que propone legislación a los líderes del gobierno local para apoyar iniciativas.
“Estamos tratando de mostrarle a la gente que hay más de una forma de hacer algo”, explica. “Cuando hablamos de estar a favor de los negros, no quiere decir que estamos en contra de otros o que somos anti-todo. Sólo significa que reconocemos que hay desigualdad. Siempre ha sido así”.
“Todos tenemos que recordar que cuando Dios creó al ser humano, miró y dijo ‘esto es bueno’. No dijo ‘esto es bastante bueno’. Pero hoy nos hemos contentado con algo bastante bueno. Está bien que a esta persona no le vaya tan bien porque a mí me va bien”.
Primero debes entender
Es importante empezar con la educación, para asegurarnos que todos entienden los términos y definiciones, dice Vicky Busby, miembro del equipo de apoyo de la Carta para la Justicia Racial de MMU. Busby organiza y facilita talleres por toda la Conferencia Anual de Texas. A través de esas conversaciones, Busby ha aprendido que la gente blanca no puede enseñarse unos a otros en forma efectiva acerca de las injusticias raciales.
“Si usted tiene una conversación con un grupo diverso, la gente blanca debe escuchar. Tienen que escuchar las historias de la gente negra y los desafíos con los que luchan”, nos dice. “Esto es lo que ayudará a eliminar el racismo sistémico”.
“Primero hay que reconocerlo”, dice Busby, “y después hay que preguntarse qué debemos hacer”.
Levántense, gente blanca
Mientras que Alfred concuerda con Busby de que la gente negra debe enseñar a la gente blanca acerca de la injusticia racial, Alfred también cree que se necesita que la gente blanca levante su voz valientemente en contra de las injusticias y que se opongan al mal.
“Yo puedo apoyarlo”, dice Alfred, “pero mi hermana blanca puede decirlo y entonces tiene más peso. Yo puedo dar una excelente charla, pero se necesita una persona blanca que diga ‘estamos equivocados’”.
Alfred también anima a sus hermanas y hermanos blancos a que entiendan lo que es el privilegio blanco para usar el poder que tienen para cambiar el estatus quo de la injusticia racial.
“Tenemos que entender el poder que la gente blanca tiene y entender lo que dicho poder puede realizar”, dice Alfred. “¿Sobre qué tienes influencia? ¿Dónde has usado tu influencia para el bien… o no?”
La Carta de Justicia Racial de MMU
Busby (foto a la derecha) encuentra que la gente quiere hacer algo, pero a menudo está paralizada sin saber por dónde empezar. La Carta de Justicia Racial provee de ocho maneras de involucrarse. Si la lista se siente como abrumadora, empiece con un solo punto.
Busby puede recitar rápidamente las muchas formas que hay de involucrarse en la lucha:
-
Vote local y nacionalmente
-
Proteste en forma pacífica
-
Involúcrese en el sistema educacional para asegurarse de que la educación es inclusiva y demande que haya un claustro diverso de maestros y maestras
-
Dé testimonio: ofrezca su ayuda si la policía detiene y abusa a la gente de color. Esto requiere tener valor.
-
Apoye a los negocios cuyos propietarios son de color
-
Boicotee los negocios que explotan a los trabajadores de color
-
Boicotee los bancos que tienen prácticas discriminatorias
-
Apoye el arte creado por gente de color
-
Empuje a su alcalde y concilio local para una reforma policial
Busby nos dice que la clave aquí es “estar determinado a hacer algo”.
“Esta es una labor desafiante y no siempre placentera”, dice Busby. “Hay tanto trabajo por hacer que a veces abruma. Pero una de las cosas que me fortalece en esta labor es que el racismo es el rechazo de las enseñanza de Jesucristo”.
Nota: Mujeres Metodistas Unidas da la bienvenida a hombres y mujeres de toda la gama ecuménica para que se unan a esta labor. Para saber más, visite UnitedMethodistWomen.org/racialjustice.
Para más información en cuanto a eventos y recursos metodistas unidos relacionados con la justicia racial, visite UMC.org/endracism.
Crystal Caviness trabaja para UMC.org en Comunicaciones Metodistas Unidas. Contáctese por email o llame al 615-742-5138.