Para los cristianos, la Pascua no es solo un día. Es una temporada de 50 días, una semana de semanas que recibe su duración de los 50 días que median entre la Pascua y Pentecostés. Pentecostés significa quincuagésimo día. La temporada de Pascua empieza en la puesta de sol en la víspera de la Pascua de Resurrección y termina con Pentecostés, el día que se celebra el don del Espíritu Santo y el nacimiento de la iglesia, en Hechos 2.
La temporada de Pascua era más que una celebración extendida de la resurrección de Jesús. En la iglesia antigua, la Cuaresma era un tiempo en el cual los que deseaban hacerse cristianos aprendían cómo vivir como Jesús enseñó y se preparaban para el bautismo del Domingo de Resurrección. El propósito original de la temporada de la Pascua era formar a nuevos cristianos en su fe.
Pero hoy esta temporada se extiende para darnos tiempo para alegrarnos y experimentar lo que significa que Cristo haya resucitado y que somos el cuerpo del Señor resucitado. Es un tiempo para centrarnos en las doctrinas y misterios fundamentales de la fe y prepararnos para los ministerios que el Espíritu nos ha dado que realizar en el nombre de Jesús.
Muchas iglesias usan estas semanas para enseñar la teología de los sacramentos y para ayudar a que la gente discierna sus dones espirituales y su llamamiento. Las congregaciones pueden organizar servicios para comisionar a los laicos para sus ministerios como parte de la celebración de Pentecostés.
La temporada de Pentecostés empieza con el Domingo de la Trinidad y termina con el Domingo de Cristo Rey. El propósito de este tiempo es apoyar nuestra labor común usando los dones que se nos han otorgado en el nombre de Jesús y el poder del Espíritu Santo.
Debido a que los contextos del ministerio pueden cambiar, las lecturas bíblicas del leccionario se escogen para dar flexibilidad durante la temporada. Las tres lecturas que se usan no están conectadas unas con otras. Los pastores y planificadores de la adoración pueden crear series que sigan cualquiera de las tres secuencias de textos bíblicos (Antiguo Testamento, Epístolas o Evangelios) para así usar algo que sirva mejor en el contexto misional de la iglesia local.
El contenido de este artículo fue producido por Ask The UMC, un ministerio de Comunicaciones Metodistas unidas.