¿Cómo está tu alma? ¿Qué tipo de respuesta te gustaría dar a esa pregunta?
En el siglo dieciocho, grupos de gente se reunían regularmente para responder a esta pregunta. Eran tan metódicos al abordar la pregunta y en el uso de prácticas que alimentaban sus almas, que la gente se burlaba de ellos llamándolos “metodistas”. El nombre se hizo popular y todavía se sigue usando.
Hay momentos en que nuestras almas se sienten tan profundas y prósperas como un ancho río. Hay momentos en que nuestras almas se sienten como un arroyo seco. Si adoptamos algunos de los métodos que mostramos a continuación, quizá podamos alimentar nuestras almas.
¿Cómo puedo alimentar el alma?
1) Silencio
Los primeros metodistas ayudaban con frecuencia. El ayuno no sólo tiene que ver con dejar de comer. Hoy podemos ayunar de los medios sociales, la televisión y otras actividades que distraen. La meta del ayuno es despejar un espacio donde establecer un sentido de expectación. Ponemos de lado las distracciones y otras cosas para esperar que Dios nos provea de un sentido de nutrición y satisfacción en nosotros.
2) Oración
A muchos les intimida el ayuno y la oración. Aunque se espera que el ayuno sea un desafío, la oración no lo es. En su forma más simple, la oración es hablar y escuchar a Dios. La oración podría tomar la forma de una conversación interna o utilizar la práctica de la oración centrante.
3) Lectura
Juan Wesley, fundador del metodismo, dijo “todos los que desean la gracia de Dios deben esperarla ‘escudriñando las Escrituras’”.1 El punto aquí es que para aprender y experimentar la bondad de Dios, la clave está en las historias e ideas que hallamos en la Biblia. Al leer la Biblia entramos en contacto con la historia de Dios. También podemos recibir alimento a través de otros libros sobre espiritualidad.
4) Hacer el bien al prójimo
Los primeros metodistas realizaban “obras de misericordia”, como visitar prisiones y hospitales, alimentar a los hambrientos y defender a los oprimidos. Este tipo de acciones levantan el alma. Identifique las necesidades a su alrededor y vea cómo podría romper el círculo de sufrimiento. Sentimientos especiales surgen cuando uno hace el bien para quienes no tienen cómo pagarnos por nuestra bondad. Para algunas formas de hacer el bien en el extranjero, visite umcmission.org.
5) Reúnase con otras personas
A veces nos quejamos de que la gente a nuestro alrededor nos seca el alma. Lo cierto es que la gente nos alimenta el alma. Al reunirnos con otros, sus historias nos inspiran al enterarnos de las cosas que Dios está haciendo en sus vidas. Sus ideas iluminan y alimentan nuestra alma. Otros pueden edificarnos cuando juntos realizamos algunas de las actividades que hemos mencionado arriba. ¡Háganlo juntos! Si necesita ayuda para conectarse con gente, visite Find-a-Church.
Esperamos que esta breve lista le provea de energía para el alma cada vez que sienta que ha perdido su sentido espiritual. Déjenos saber qué funciona para su vida compartiendo sus comentarios en Facebook o Twitter
1 Outler, Albert C., y Richard Heitzenrater, editores, John Wesley's Sermons: An Anthology (Nashville: Abingdon Press, 1991),163.
Ryan Dunn es ministro de Online Engagement, Rethink Church.