A veces nuestros egos se apoderan de nosotros y nos hacen pensar que podemos seguir adelante por nosotros mismos.
Saque el mejor provecho del descanso para recargar su vida:
- Manténgase alejado del trabajo duro
- Haga las cosas que le traen gozo
El cansarse es para la gente de mentes débiles.
Yo soy diferente. No soy como ellos. No soy débil como ellos.
En una frase: Es la temporada. Sólo tengo que pasar volando.
Lo cierto es que sin descanso terminamos con nuestra cordura apenas intacta y nuestro agotamiento se convierte en amargura. Estamos enojados y amargados con nuestra empresa, nuestros colegas, nuestros compañeros de trabajo, nuestra familia…
El descanso es vital. Es trascendental que cuidemos de nosotros mismos para poder ser efectivos. Para usar un cliché común: Hasta Dios descanso un día, y tú no eres Dios.
La Biblia dice: “El Señor le dijo a Moisés: Sube a encontrarte conmigo en el monte, y quédate allí” (Éxodo 24:12, NVI).
La orden suena extraña porque qué más se podría hacer en la cima de una montaña que no sea… quedarse allí.
Pero los antiguos rabinos creían que la petición que le hizo Dios fue genial.
Moisés debió haber gastado tanta energía escalando la montaña que cuando finalmente llegó a la cima, empezó a pensar en la marcha de vuelta, y al hacerlo perdió el sentido de la presencia de Dios.
El cansancio puede causar efectos negativos
Éxodo 6:9 afirma que a causa de “su desánimo y penurias” los israelitas “no le hicieron caso” a Moisés.
El recargarse espiritualmente tiene que ver con descansar. Desde el principio de mi carrera ministerial tomé este consejo muy en serio. En mis días libres, tome siestas. Y después dormí un poco más. Pasé el día viendo televisión y comiendo comida buena para el alma pero terrible para el cuerpo. Sorprende que esto no durara mucho. Esas cosas me daban descanso físico pero ninguna de ellas me daba vida.
Fue allí cuando me di cuenta de mi error. Durante la semana, los pastores gastamos tiempo dándonos a nosotros mismos por el amor de Dios y por el amor al pueblo que servimos. No importa cuán maravillosa sea la labor que hacemos, también es muy desgastadora. Aprendí que para recargarme espiritualmente debía: 1) mantenerme lejos del trabajo de la iglesia, y 2) encontrar algo que me trajese gozo, que me diera vida.
Me alejé de los emails de la iglesia pues son como arena movediza: Uno abre un email, y después otro, y otro más. Además, en mi día de descanso no contesto el teléfono si veo que se trata de trabajo o un número que no conozco. Si se trata de una emergencia y me dejan un mensaje, claro que respondo. Pero en general me aparto de la iglesia. Me dedico a cosas que me dan vida.
Tuve que realmente preguntarme a mí mismo qué me da vida, lo cual parece inepto e incómodo. En el tiempo cuando no había Covid-19, después de dejar a mi hijo en la escuela, tenía todo el día para mí. Me iba a mi Café preferido con un buen libro para leer. El aroma del café y un buen libro es lo mejor. Aprendí que me daba gozo escribir cosas sin relación a la iglesia. Almorzar con mi esposa a solas; jugar con mi hijo después de la escuela; escuchar ese álbum que no había tenido tiempo de realmente escucharlo; básicamente cualquier cosa que me trae gozo me recarga las pilas. Siempre estoy consciente de la presencia de Dios cuando llevo a cabo estas actividades. Es cierto que no están tremendamente conectadas con Dios, pero Dios es el dador de la vida y encuentro que Dios está conmigo cuando realizo cosas que me dan vida.
Por cierto, cada uno tendrá diferentes métodos y actividades. Algunos podrían pensar que las cosas que me dan vida son demasiado introvertidas. Pero es vital que realicemos las cosas que nos dan gozo; cosas que nos devuelven la vida que gastamos dando energía a otros. Si usted no toma tiempo para recargarse, terminará como una máquina humana y, tal como los israelitas, se sentirá demasiado exhausto para escuchar a Dios y ser efectivo en su misión.
Por tanto, ¿Cuáles son las cosas que a usted le gusta hacer, que le traen gozo y vida?
¿Cuáles son las razones que impiden que usted realice estas cosas en forma regular?
¿Qué tiene que cambiar en su vida para que el cuidarse a sí mismo se convierta en algo con alta prioridad?
Joseph Yoo se mudó de la costa oeste para vivir feliz en Houston, Texas, con su esposa e hijo. Sirve en Mosaic Church, Houston. Visite josephyoo.com