Los que vivimos en los Estados Unidos lo hacemos dentro de una cultura impregnada de prejuicios raciales. No seremos capaces de evitar el racismo, pero no tenemos que aceptarlo. Si el reino de Dios vendrá y la voluntad de Dios será hecha en la tierra así como en el cielo, las cosas tienen que cambiar.
Los metodistas unidos podemos ser agentes de transformación si cambiamos nuestras creencias, cambiamos nuestras acciones y trabajamos para cambiar el mundo.
Cambio de creencias
Para llegar a ser un agente de cambio, debemos de centrarnos en nosotros mismos. Debemos dejar que Dios moldee nuestros pensamientos y actitudes en cuanto a la raza.
Oración – La oración es “fundacional para todo lo que hacemos los cristianos”, escribe Katelin Hansen, directora de Iniciativas Estratégicas y Entrenamiento, en Iglesia Metodista Unida y Desarrollo Comunitario para toda la Gente. Pídale a Dios que cambie su corazón y sus actitudes. Hansen ofrece una oración ejemplo:
Dios Trino, ayúdanos a ser fieles a tu ejemplo: Afirmar nuestras identidades únicas, a la vez que nos mantenemos unidos como un solo cuerpo en ti. Ayúdanos a buscar las voces que faltan y a empoderar a los marginados. Que nuestro testimonio de arrepentimiento, justicia y reconciliación te dé toda la gloria, oh Señor.
Escuchar inclusivamente – Es importante que usted escuche a una variedad de voces y que encuentre autores y pensadores con trasfondos raciales y culturales distintos a los suyos. En un video producido por la Comisión General de Religión y Raza (GCRR), Hansen comparte: “Me volví al mundo digital para continuar mi educación racial, para servir como profesora de justicia y teología que nunca fui”.
Entablando relaciones – No hay sustituto para mantener relaciones consistentes, permanentes y auténticas con gente de color. Hansen y su esposo se hicieron miembros de una iglesia de diversas razas y clases. “Nos unimos porque creemos que el aislarnos con creyentes de trasfondos similares nos roba la majestad de Dios”, dice en el video.
Debemos entender que toma tiempo formar nuevas relaciones auténticas.
Katelin Hansen enseña acerca de estos conceptos en un video gratuito, llamado Being an Ally With People of Color. Foto cortesía de la Comisión General de Religión y Raza de la Iglesia Metodista Unida.
Cambio de conducta
Debemos vivir el cambio de nuestras creencias por medio de cambiar nuestra conducta.
Empoderar a líderes – Use sus recursos para promover y equipar a líderes de color. Esté dispuesto a seguir. Escuche y actúe en base a opiniones, actividades y puntos de vista distintos a los suyos.
Hacerse presente – “Dejándose guiar y ser invitado por líderes de color”, escribe Hansen, “hágase presente cuando se le llame”. Cuando nos juntamos para conversar o demostrar, construimos una cultura de justicia en nuestra comunidad y damos ejemplo del amor y entendimiento multicultural.
Gastar dinero responsablemente – Apoye la igualdad racial a través de sus compras y donaciones. Compre en tiendas locales cuyos dueños son personas de color. Done a ministerios y organizaciones de beneficencia dirigidas por gente de color y que apoyan a gente de diversos trasfondos étnicos y raciales.
Examine la forma en que usted consume los medios sociales – Expanda los noticieros y medios sociales que sigue para incluir voces y opiniones diferentes a las suyas. Cuando surja una noticia importante, consulte varias fuentes con distintas opiniones. No confíe en una sola fuente de información.
Considere sus opciones de entretenimiento. Opte por películas, música y programas de televisión que promueven la igualdad. Escuche más voces y esté consciente de cómo estas voces moldean su vida.
Causando cambios sociales
La autora y profesora Robin DiAngelo nos recuerda en un video de GCRR que el racismo es “un prejuicio grupal apoyado por poder institucional”. Por tanto, no basta simplemente cambiar nuestra forma de pensar y de actuar, sino que debemos oponernos al racismo. Uno debe trabajar para cambiar el mundo.
Abogacía – En nuestros vecindarios, lugares de trabajo, iglesias, escuelas y en todo el país hay políticas escritas y no escritas que menoscaban comunidades étnicas. Que sea la gente de color de su vecindario la que le enseñe en qué formas están siendo perjudicadas y cómo podría usted participar en cambiar estos sistemas.
Patrocinar – La gente de color encuentra difícil acceder a servicios públicos, oportunidades y mucho más. Use su dinero, talentos y esfera de influencia para promover cambios. Patrocine a amigos y compañeros de trabajo para que asistan a un seminario sobre empleo. Anime y guíe a su congregación para crear programas como Freedom School. Invierta en gente y programas que producen justicia social.
Arriesgándose – Los cambios significativos implican riesgo. Usted podría poner su reputación, dinero y oportunidades de liderazgo en riesgo porque cambiar la sociedad y las instituciones, para que reflejen el reino de Dios, es algo que muchos no apreciarán.
El cambiar sus creencias, conducta y la sociedad son largos procesos que jamás terminan. Sin embargo, continuamos trabajando para producir cambios en las tres áreas que Dios nos llama.
“Estos pasos no son tanto un progreso como un círculo”, dice Hansen. “La abogacía sin relaciones es algo vacío. La educación sin un cambio de conducta no vale nada. El patrocinar sin mostrar humildad y confianza es una equivocación”.
¿Qué pasos tomará para participar en la labor transformadora de Dios que mueve a la sociedad hacia la igualdad racial?
Joe Iovino trabaja en UMC.org, en Comunicaciones Metodistas Unidas. Contáctese usando el email: jiovino@umcom.org o llamando al 615.312.3733. Damos gracias a Katelin Hansen por su blog By Their Strange Fruit que usamos con permiso. Hansen es directora de Iniciativas Estratégicas y Entrenamiento, en la Iglesia Metodista Unida y en Desarrollo Comunitario para toda la Gente, una congregación multirracial en Columbus, Ohio.