Es posible que usted no ocupe mucho tiempo pensando en el fin del mundo, pero la manera en que lo imaginamos influye grandemente en la forma en que vivimos en el mundo hoy. Juan Wesley, fundador del metodismo, entendió que al final Dios arreglaría el mundo. Wesley llamó a los metodistas a participar en la obra de restauración de Dios.
Nueva creación
Wesley pintó un cuadro del mundo venidero en su sermón “La Nueva Creación”, donde habló acerca de tres cielos: el cielo de la vida después de la muerte; el cielo físico que está sobre nosotros; y el cielo de la nueva creación que está por venir a esta tierra.
Algunas de sus ideas de lo que afirma vendrá a la tierra podrían parecer un poco desconcertantes el día de hoy. Por ejemplo, según Wesley el cielo ya no tendrá “estrellas flameantes” o cometas.
Sea que estos orbes horribles y excéntricos sean planetas a medio formar, en un estado caótico… o que haya ocurrido una conflagración general, ciertamente no tendrán lugar en el nuevo cielo (refiriéndose al cielo físico), donde todo estará en perfecto orden y armonía.
No habrá más meteoros con su horrible resplandor, asustando a los niños.
Wesley imaginó un mundo libre de caos. Las estrellas mostraban demasiado desorden para tener un lugar en el nuevo cielo de la noche.
Wesley predijo audazmente que los mares retrocederán por completo “y que ya no aparecerán más en la superficie de la tierra”. Cuando consideramos sus peligrosas aventuras a mar abierto, uno entiende por qué Wesley no deseaba ver ningún mar otra vez.
La temperatura de la tierra será un deleite templado, “ya no estaremos obligados a un intenso frío o hirviendo de calor extremo”. Hablando del calor, el fuego ya no quemará las cosas. Esto también podría haber surgido en la mente de Wesley a causa de una terrible experiencia en su vida.
Wesley también predijo que las relaciones cambiarían en la creación. Las criaturas ya no se dañarán unas a otras, ni siquiera en busca de comida.
El noventa y nueve por cierto de las criaturas están en la necesidad de destruir a otras a fin de subsistir. Pero no será así en el futuro.
El cambio más glorioso vendrá a través de la humanidad. Citando Apocalipsis 21, Wesley predijo que “no habrá más muerte, dolor o enfermedad. Ya no habrá más duelo ni separación de amigos; no habrá más tristeza o llanto”. Entonces Wesley predice que no habrá más pecado.
Participando en la visión
Las predicciones de Wesley quizá suenen un poco fantasiosas, pero esto no les quita nada de su belleza. Imaginó un mundo libre de los ciclos de quebranto que con frecuencia nos dejan pensando “¿a qué ha llegado el mundo?”
Estas audaces y a veces fantasiosas predicciones revelan expectativas benévolas de lo que el mundo llegará a ser. Los pensamientos de Juan Wesley respecto a la nueva creación sugieren que creía que la meta final de Dios no es redimir el mundo para llevarlo al cielo, sino establecer el cielo aquí en la tierra.
Wesley extrae su visión de la Biblia. Los escritos del Apóstol Pablo reflejan una expectativa del día cuando el Reino de Dios será establecido por completo sobre la tierra. Jesús habló de la venida del reino. Nos llamó a participar en el reino del cielo que ya está entre nosotros y que está por venir.
Siguiendo las enseñanzas de Jesús en cuanto a cómo nos tratamos unos a otros, revela una experiencia con la predicción realizada de Wesley de una humanidad transformada; una humanidad en la que ya no nos dañamos unos a otros y que es libre de dolor de la separación.
Dios no establecerá la nueva creación por la fuerza. Más bien, participamos en su venida. Así como Génesis nos dice que a la humanidad se le dio el deber de ser mayordomos de la creación de Dios, así también ahora se nos llama a ser socios en el establecimiento del armonioso orden de Dios hoy.
Wesley buscó enlistar a otros en la participación de obras de misericordia y gracia, permitiéndole a la humanidad experimentar la belleza de la nueva creación.
Los Principios Sociales Metodistas Unidos
La Iglesia Metodista Unida no se olvidó de las recomendaciones que Wesley entregó de participar en prácticas de la nueva creación. De hecho, los Principios Sociales proveen de una receta detallada de cómo interrumpir los ciclos de quebrantamiento en el mundo para participar en la inauguración de la nueva creación. Los Principios Sociales proveen de un plan detallado que es pertinente a nuestro tiempo y contexto, a fin de restaurar buenas relaciones unos con otros y con toda la creación.
A primera vista, los Principios Sociales parecerían complejos. Pero son sólo recomendaciones para aplicar prácticas de sanidad y restauración a las relaciones quebrantadas del mundo de hoy.
Nos proveen de un mapa para restaurar y fomentar nuestra relación con la naturaleza.
Nos entregan recomendaciones de cómo podríamos usar el dinero de maneras sanas y alentadoras.
Los principios también nos recuerdan que los ancianos y los más pequeños son vulnerables, y cómo podríamos incluir y empoderar a aquellos que la sociedad olvida.
Los Principios Sociales terminan con una letanía de cosas por las que Dios se preocupa: el mundo natural, toda la diversa humanidad, los pobres y quienes anhelan la paz. Cada párrafo empieza con “hoy es el día…” para recordarnos que la nueva creación de la cual Jesús, Pablo y Wesley hablaron está por venir. Hoy es el día en que se nos invita a asociarnos en el establecimiento de la nueva creación. Dios quieres que así sea, y nosotros también.
Ryan Dunn, es ministro de involucramiento por la web de Rethink Church, un departamento de Comunicaciones Metodistas Unidas, Nashville, Tennessee. Ryan es padre, esposo y peregrino espiritual Contáctese por email.