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Renuncie, rechace y resista el racismo

Cuando nos unimos a la iglesia, los metodistas unidos juramos servir a Jesús y resistir los poderes del mundo que se opongan al amor de Dios para todos los seres humanos. Foto por Kathy L. Gilbert, UMNS.
Cuando nos unimos a la iglesia, los metodistas unidos juramos servir a Jesús y resistir los poderes del mundo que se opongan al amor de Dios para todos los seres humanos. Foto por Kathy L. Gilbert, UMNS.

¿Se acuerda de su bautismo? Si usted creció como metodista unido, es muy probable que haya sido bautizado a una edad tan temprana que no recuerda nada. Pero cuando somos confirmados de adolescentes o si nos unimos a la congregación como adultos, se nos pide que reafirmemos nuestro bautismo. Esto incluye las siguientes preguntas:

¿Renuncia usted a las fuerzas espirituales de maldad,
rechaza los poderes del mal de este mundo, y se arrepiente de su pecado?

¿Acepta la libertad y el poder que Dios le da
para resistir el mal, la injusticia y la opresión
en cualquier forma en que se presenten?

¿Confiesa usted a Jesucristo como su salvador,
pone toda su confianza en su gracia,
y promete servirle como su Señor,
en unión a la iglesia que Cristo ha abierto
a la gente de todas las edades, naciones y razas?1

Estos votos representan acciones muy serias. Nos comprometemos a renunciar, rechazar y resistir el mal, la injusticia y la opresión.

Cuando decidimos hacernos parte de la familia de Dios a través del bautismo, lo que estamos haciendo es abandonar las fuerzas que se oponen a la familia de Dios. A fin de vivir en la libertad y poder del reino de Dios, debemos oponernos a las fuerzas que impiden la libertad y el poder del amor. Para instalar el reino de Dios, debemos resistir las facetas que otros reinos buscan imponer sobre el reino justo de Dios.

El racismo es una de estas facetas 

Resistiendo el racismo

El Rev. Will Willimon, teólogo y obispo metodista unido jubilado, dijo una vez que la raza es un mito, pero el racismo es real.

La evidencia sugiere, por ejemplo, que la gente de color tiene más probabilidades de ser matada por la policía,2 que tienen menos posibilidades de recibir ofertas de trabajo y promociones,3 y que reciben sentencias más duras si se les declara culpables de algún delito.4 Esto apunta a la injusticia del racismo.

Las palabras “blanco”, “negro”, “hispano”, y “asiático” no son términos políticos. No son palabras derogatorias o intencionalmente divisivas. Son descriptivas. Nos proveen de identificadores como parte de nuestra experiencia humana. Pero tales identificadores no deberían ser un obstáculo para el bienestar de nadie.

Dismantling Racism: Pressing on to Freedom 

Visite Dismantling Racism: Pressing on to Freedom para involucrarse, y explore el trabajo que hace la Iglesia Metodista pulsando aquí: racial justice.

El racismo es un problema espiritual

Para quienes hemos prometido resistir la injusticia, el racismo es un problema espiritual porque impide la realización del reino de Dios, divide a la gente y desfigura la familia de Dios. El racismo proporciona las identidades falsas de “ellos” y “nosotros”. De hecho, el racismo crea un antagonismo entre la gente al crear la mentalidad de “nosotros contra ellos”. Tal división no se reconcilia con la visión de la familia de Dios descrita en Isaías 25, donde todas las gentes se reúnen para una fiesta y “el velo que cubre a todos los pueblos” es destruido (versículos 7-8).

El bautismo nos orienta hacia esa gran reunión de gente, pero nuestra marcha espiritual se trunca hasta que el velo de la división sea quitado. Nuestro trabajo espiritual es confrontar a aquellos que se oponen a esta visión. Nuestro llamamiento no se limita a no ser racistas, sino que exige renunciar y resistir el racismo, y ser anti-racista.

El anti-racismo es la forma en que instauramos el reino de Dios.

Pasos a seguir

El primer paso importante que debemos dar para resistir el racismo es reconocer nuestros propios prejuicios. El enlace de Project Implicit le ayudará a identificar sus prejuicios. Cuando enfrentamos nuestros prejuicios internos, ganamos más consciencia de los prejuicios de afuera, como los prejuicios de otros y del sistema. Los estudios muestran que mientras más igualitarios nos consideramos, más probable es que suframos de un prejuicio implícito.5 Esto es importantísimo porque no podemos cambiar si vivimos negando la realidad.

Segundo, es necesario que nos demos cuenta que no todos experimentan el mundo de la misma manera. A esto se refiere la gente cuando habla de “su verdad”. Por ejemplo, algunos de nosotros escuchamos la palabra “Nike” y pensamos en una compañía que confecciona zapatos deportivos. Otros piensan en la diosa griega. Ambas interpretaciones son correctas. Una definición de Nike no anula la otra. Lo mismo es cierto respecto a la experiencia humana. En suma, será muy bueno si con humildad somos empáticos a las diferentes experiencias humanas.

Tercero, podemos promover la remoción del velo que separa a los seres humanos si llamamos a cuentas a la gente por su conducta que perpetúa el racismo. Renunciemos y resistamos las palabras y actitudes que inspiran miedo y desconfianza. Use las plataformas de las que usted dispone, como medios sociales, una conversación o un letrero.

¿Qué otras formas tenemos para vivir nuestros votos bautismales en cuanto al racismo y la segregación? Visite nuestros recursos. Únase al movimiento y añada su voz. No llegaremos al reino sin su colaboración.


1United Methodist Book of Worship, Nashville: The United Methodist Publishing House, 2014. Page 88.

2DeGue S, Fowler KA, Calkins C. Deaths due to use of lethal force by law enforcement: Findings from the National Violent Death Reporting System, 17 U.S. states, 2009-2012. Am J Prev Med. 2016;51(5 Suppl 3):S173-S187. doi:10.1016/j.amepre.2016.08.027

3Pager D, Western B. Identifying discrimination at work: The use of field experiments. J Soc Issues. 2012;68(2):221-237. doi:10.1111/j.1540-4560.2012.01746.x

4United States Sentencing Commission. Demographic differences in sentencing. Updated November 14, 2017.

5West K, Eaton AA. Prejudiced and unaware of it: Evidence for the Dunning-Kruger model in the domains of racism and sexism. Personality and Individual Differences. 2019;146:111-119. doi:10.1016/j.paid.2019.03.047

*Ryan Dunn, es ministro de involucramiento por la web, Rethink Church, que opera desde Comunicaciones Metodistas Unidas, Nashville, Tennessee.

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