“Para los Wesley la oración era el fundamento de la vida cristiana”, dice Paul Chilcote, autor, pastor, teólogo y experto en los Wesley.
“Uno de mis mentores, Mark Gibbard, siempre decía, ‘Dios está siempre esperando ansiosamente estar con nosotros’. Si en lugar de abordar el tiempo con Dios como si fuera una obligación, y lo hacemos sabiendo que Dios ansía que vayamos a él —Dios quiere estar conmigo para ayudarme, guiarme, perdonarme, reconciliarme y restaurarme— se convertirá en el lugar donde quieres estar.
Hace unos 25 años, Chilcote empezó el trabajo de destilar la esencia de los sermones de John Wesley en oraciones accesibles. Convirtió el inglés original del siglo dieciocho en lenguaje contemporáneo, para que los lectores puedan entender mejor la enseñanza y el aliento que ofrece Juan Wesley.
¿Quiénes eran los Wesley?
Juan Wesley fu el fundador del movimiento metodista en Inglaterra a mediados del siglo dieciocho. Su hermano más joven, Carlos, fue un líder importante en el movimiento. La enseñanza, teología y visión de los Wesley dieron origen a denominaciones cristianas que eventualmente se convirtieron en la Iglesia Metodista Unida, que hoy registra aproximadamente unos 10 millones de miembros en todo el mundo.
“Wesley jamás predicó la mayoría de sus sermones. Son más bien ensayos con el fin de que sean leídos”, explica.
Con la ayuda de los libros de Chilcote, Praying in the Wesleyan Spirit and Transformed by Grace, los lectores pueden orar junto a Juan y Carlos Wesley.
La oración es central para todo
“Creo que si uno le preguntara a Juan o Carlos, ‘¿por qué la oración es tan central?’ responderían diciendo que la esencia de la vida cristiana es permanecer en Cristo”, dice Chilcote. “Y que la permanencia tiene un sentido de intimidad. Tiene un sentido de reposo, así como un sentido de descansar en Dios y de estar en una relación directa con Dios a través del poder del Espíritu en nuestras vidas”.
“De modo que, la oración era para ellos el pulso de su fe. Todo lo que hacían estaba saturado con oración”.
Los Wesley aprendieron prácticas de oración de sus padres, Samuel y Susana, quienes juntaban a sus diez hijos cada mañana para la oración matinal y de la tarde, usando el Libro de Oración Común.
“Quizá toda la vida está enmarcada con la oración, pero su centro también está rodeado y animado por la oración. Me encanta la tradición Ortodoxa Griega, la llamada oración de la respiración en la cual uno ora con la respiración. Creo que así era la oración para los Wesley, era como su respiración. Todo se conectaba con una relación íntima con Dios”, dice Chilcote.
Los himnos invitan a tener una conexión diferente
Mientras que los sermones de Juan Wesley son parte vital de nuestra herencia denominacional, Chilcote no quiere que los lectores se olviden de la importante contribución de Carlos Wesley, que escribió 9,000 himnos y poemas. Cada sermón viene acompañado con un himno relacionado en ambos libros devocionales.
Dele una mirada a los libros
El primer libro de la serie se llama Praying in the Wesleyan Spirit y contiene oraciones de los primeros sermones de Juan Wesley que se centran en la doctrina. El segundo libro, Transformed by Grace, se centra en los sermones que vinieron más tarde, cuando Wesley se concentró más en la espiritualidad.
Cada libro contiene 52 devocionales y se pueden conseguir en Upper Room Books.
Compartimos aquí un extracto de la oración número 41 del segundo libro, titulada “llenos de luz”, para animarnos a mantener nuestras vidas centradas en Dios:
Dios que iluminas,
Dos alas elevaron mi alma al cielo: simplicidad en cuanto a mis intenciones y pureza en cuanto a mis afectos. Si centro mis intenciones y amor en ti, tu Espíritu me eleva hacia la luz y tú me llenas de toda santidad y felicidad. Mi alma se eleva cuando pienso en qué significa ser un cristiano auténtico, interior y bíblico, conformado en corazón y vida a tu voluntad y camino.
“La oración provee un tipo particular de medio para estar en diálogo con Dios. Por otra parte, los himnos involucran una parte distinta de nuestro cerebro. Son más emotivos y poéticos. Dan la oportunidad de estar con Dios, de caminar con Dios en una manera distinta de la lectura y la oración”.
“Creo que la canción es el corazón de la vida. Posee una poesía que emociona, desafía e inspira un sector de nuestro ser que otros medios no pueden lograr. Quería proveer algo para las diferentes formas de aprender”, explica Chilcote.
Un enfoque creciente en el amor
La investigación de Chilcote le ha permitido observar el crecimiento espiritual de Juan Wesley. Nos dice, “mientras más trabajaba con su material, más descubría que se orientaba cada vez más hacia el amor y la felicidad”.
Un estudiante de doctorado que Chilcote supervisó en la Universidad de Cambridge encontró que los cinco sermones de Wesley en los cuales la felicidad era el tema predominante vienen de sus últimos años de vida.
Chilcote observa, “cuanto más viejo se ponía Wesley, más se involucraba en su peregrinar de fe con Cristo, y lo más importante que eran para él el amor y la felicidad como un estado de bienaventuranza”.
“Y si uno quisiera resumir la inmensa obra poética de Carlos Wesley, se dará cuenta de que el tema central de principio a fin es el ‘amor divino que supera todo otro amor’”.
“Creo que la centralidad del amor en el metodismo es algo cada vez más singular. ¿Qué pasaría si decidimos ser conocidos como la comunidad más llena de amor, para que la gente que pasa por luchas y necesita ser amada, sepa que el lugar donde deben ir es la Iglesia Metodista Unida?
“Parte de mi propósito al crear este tipo de recursos es la esperanza de que cambien nuestro rumbo en dicha dirección. Que al orar y cantar figuradamente nuestra historia como cristianos, el amor se arraigue cada vez más en nuestras vidas”.
El camino de la fe dura toda la vida
Mientras seleccionaba sermones e himnos para los libros, Chilcote se dio cuenta que las ideas que había recogido a lo largo de los años eran confirmadas.
“La teología wesleyana es muy amplia, proviene de muchas fuentes”, nos dice. “En un sentido, nada es nuevo en Wesley. Es una espiritualidad y teología antigua y sólida, pero es la forma en que las combina y las une lo que hace que la teología wesleyana sea algo único.
“El camino wesleyano es un camino de ‘tanto… como’ y no un camino de ‘esto… o esto otro’. La teología y espiritualidad de los hermanos Wesley es integral. No está segmentada. El tema central es siempre mantener las cosas juntas y el construir puentes”.
Muchos cristianos ven la salvación como un punto en el tiempo, una decisión que fue tomada, pero los Wesley no creían en esto. Chilcote explica, “para los Wesley, la fe cristiana es un viaje aventurero. De eso se trata la vida cristiana. Y el destino es el amor más pleno de Dios”.
Laura Buchanan trabaja para UMC.org en Comunicaciones Metodistas Unidas, Nashville, Tennessee. Contáctese por email.