Nuestras raíces cristianas: Dios

Quién es Dios

En el Credo de los Apóstoles, nos unimos a millones de cristianos a través de los siglos que entienden a Dios como una Trinidad —tres formas en una: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios, que es uno, se revela en tres formas distintas. "Dios en tres personas, bendita Trinidad" es una forma de hablar de las diversas maneras en las que experimentamos a Dios.

También intentamos buscar adjetivos que describan la naturaleza divina: Dios es trascendente (más allá de todo lo que existe) y al mismo tiempo es inmanente (presente en todo). Dios es omnipresente (en todo lugar a la vez), omnipotente (todo lo puede) y omnisciente (todo lo sabe). Dios es absoluto, infinito, recto, justo, amoroso, misericordioso… y más. Como no podemos hablar literalmente de Dios, utilizamos metáforas: Dios es un Pastor, un Novio, un Juez. Dios es Amor o Luz o Verdad.

Qué hace Dios

No podemos describir a Dios con certeza. Pero podemos expresar con palabras lo que Dios hace y cómo experimentamos las acciones de Dios en nuestras vidas. Dios obra al menos de siete maneras:

  • Dios crea. Al principio Dios creó el universo, y la Creación no se detiene. Desde las galaxias en órbita y las partículas subatómicas hasta las maravillas insondables de nuestros propios cuerpos y mentes, nos maravillamos ante la sabiduría creadora de Dios.
  • Dios sostiene. Dios se mantiene activo en la creación, sosteniendo todo en sus "brazos interminables". En especial, afirmamos que Dios es partícipe en nuestra historia humana, pasada, presente y futura.
  • Dios ama. Dios ama a toda la creación. En especial, Dios ama a la humanidad, creada a la imagen divina. Este amor es como el de un padre. Hemos seguido a Jesús cuando hablaba de Dios como "nuestro Padre", y sin embargo, a veces también parece que Dios nos cuida como lo haría una madre.
  • Dios sufre. Ya que Dios está presente en la creación, Dios se siente lastimado cuando se lastima cualquier aspecto de la creación. Dios sufre especialmente cuando las personas son heridas. Con toda la violencia, abusos, injusticias, prejuicios, hambre, pobreza o enfermedad, el Dios vivo sufre entre nosotros.
  • Dios juzga. Todo comportamiento humano se mide con las normas morales de Dios; no solo la conducta en sí, sino también el motivo o la intención. El Señor de vida conoce nuestro pecado, y lo juzga.
  • Dios redime. Por su amor infinito por cada uno de nosotros, Dios perdona nuestra propia autodestrucción y nos renueva por dentro. Dios reconcilia a las personas, grupos, razas y naciones que han sido divididas. Dios redime a toda la creación.
  • Dios reina. Dios es el Señor de toda la creación y de toda la historia. Aunque a menudo parece que los "principados y poderes" del mal son más fuertes, afirmamos el reino presente y futuro de Dios.

A final de cuentas, si se nos dificulta imaginar quién es Dios o conectar con Dios, existe una solución sencilla: Recordar a Jesús; pues vemos a Dios en el retrato que el Nuevo Testamento hace de Jesús.

Del Manual del Metodista Unido, Revisado por George Koehler (Recursos de Discipulado, 2006), pp. 72-73. Usado con permiso.  

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