Viviendo como una persona de paz en un mundo quebrantado

La reconciliación puede ser difícil en un período de conflicto. Los expertos nos ayudan a encontrar maneras para reconectarnos. La escultura de la foto se titula “Reconciliación” por Vasconcellos. Foto por Martinvl, cortesía de Wikimedia Commons.
La reconciliación puede ser difícil en un período de conflicto. Los expertos nos ayudan a encontrar maneras para reconectarnos. La escultura de la foto se titula “Reconciliación” por Vasconcellos. Foto por Martinvl, cortesía de Wikimedia Commons.

Vivimos en un mundo de tremenda división. Los metodistas unidos alrededor del mundo conocen el dolor del conflicto en nuestras naciones, iglesias, familias, amistades y hasta dentro de nosotros mismos.

La Biblia enseña que Dios nos creó para vivir en comunidad y que Jesús vino a reconciliarnos con Dios y unos con otros. Con todo, ahora mismo parece que no estamos haciendo un buen trabajo para reconciliarnos.

"Los extremos son fáciles"

Donde uno termina,
el otro comienza.

Los extremos son fáciles.

Es en el medio donde está el rompecabezas.

El medio del verano,

la mitad del camino,

grados de gris,

sin absolutos,

solo opciones.

Allí,

entre dos notas,

en la pausa,

en el espacio silencioso entre dos olas,

en el aliento entre dos respiraciones.

Allí,

en el espacio sagrado de en medio,

todo es posible.

Poema de W. Craig Gilliam

Para ayudarnos a que procesemos la división y lleguemos a ser mejores agentes de paz y comunidad, le pedimos al pastor metodista unido, Rev. W. Craig Gilliam, que nos entregue técnicas y consejos que nos enseñen cómo empezar un proceso de sanidad y encontrar la paz.

Gilliam es experto en la transformación de conflictos en la iglesia. Trabaja como coordinador de servicios congregacionales para una Paz Justa y como director de excelencia pastoral de la Conferencia Anual de Louisiana. Además, es autor de Where Wild Things Grow, un libro de poemas que “nos invita a lidiar con las relaciones entre las personas y las cosas”.

Reconectándonos

Las divisiones que captamos alrededor y que experimentamos en nuestras vidas personales nos hacen sentir ansiosos e incómodos.

“Vivimos en una cultura extremadamente ansiosa”, informa Gilliam, donde descansamos en reacciones emocionales más que en respuestas razonadas. Quizá usted vea lo que decimos en lo que a gente expresa en los medios sociales y en las acaloradas discusiones entre la gente que no está de acuerdo.

Gilliam afirma que cuando estamos ansiosos “nos herimos en formas que ni siquiera sabíamos que éramos capaces de hacer o de maneras que ni siquiera nos damos cuenta”.

Una forma enferma de lidiar con nuestra ansiedad es retirarnos a lugares seguros para encontrar gente que concuerda con nosotros o limitar nuestro contacto con la gente. Optamos por eliminar a algunos amigos en Facebook. Dejamos de llamar por teléfono a esa persona con la que no concordamos y evitamos a algunas personas de la iglesia.

Al vivir en “espacios seguros” solo nos engañamos.

“Cuando me aíslo de otras personas”, dice Gilliam, “empiezo a crear narraciones acerca de ellos”. Esas historias a menudo incluyen lo que creemos acerca de nosotros mismos y Dios.

Para vencer un conflicto, necesitamos encontrar maneras de reconectarnos. En lugar de retirarnos a un lugar seguro, rodeados con gente que concuerda con nosotros, debemos enfrentar el desacuerdo. Debemos estar dispuestos a escuchar a aquellos a quienes nos sentimos tentados a llamar ‘otros’”.

“Si interactúo con ese otro, si lo miro cara a cara, si escucho sus historias”, dice Gilliam, esta interacción ayuda a crear un espacio para narraciones alternativas y para la corrección de la narración que me cuento a mí mismo acerca de los ‘otros’”.

Nuestras diversas iglesias metodistas nos proveen de lindas oportunidades para conectarnos. La adoración, la escuela dominical, las reuniones de comité y el sacramento de la Cena del Señor nos ponen en contacto con personas que podríamos encontrar difíciles, lo que refuerza la narración de que todos somos hijos de Dios.

Sirviendo a alguien

El participar en actos desinteresados de servicio es otra excelente manera de reconectarse con otros. El ser voluntario en una iglesia local o en alguna organización local sin fines de lucro, “lo saca a uno del aislamiento. Nos coloca en un contexto en el que debemos dar a otros sin recibir nada a cambio. Lo hacemos solo porque es algo bueno que se debe realizar”, afirma Gilliam. “Esto trae mucha sanidad”.

Las oportunidades de servicio y el activismo social pueden ser medios para conocer a gente de otra cultura, fe o nacionalidad.

Limite el consumo de televisión y noticias

Otra manera de evitar falsas narraciones y ansiedad es limitar el consumo de los medios de comunicaciones, que “son como mangueras que inundan nuestros hogares de ansiedad”, dice Gilliam.

Tenga cuidado con cuántas noticias ve. Mientras queremos mantenernos informados, también debemos limitar las veces que el celular nos advierte de alguna noticia. Limitemos cuánto tiempo pasamos mirando las noticias en nuestro canal favorito. Si los medios sociales que usa le causan ansiedad, limite su uso.

Recuerde que Dios está en control

En una cultura dividida, quizá nos sintamos tentados a poner nuestra esperanza en ganar un argumento, posición o elección. Aunque el gobierno y otras organizaciones pueden controlar nuestras vidas, Dios es quien realmente está en control. Ir a la iglesia, leer la Biblia y la recreación son cosas que ayudan a centrar nuestra vida.

Váyase de excursión. Asista a un concierto. Lea un buen libro. “Escuche la música que lo hace sentirse en su mejor forma”, recomienda Gilliam.

Vaya al gimnasio

Cuando tenga mucho estrés y ansiedad, no se ponga a comer comida de chatarra ni deje de hacer ejercicio. Coma en forma saludable. Únase a una clase de gimnasia. “Vaya al doctor para buscar ayuda en cuanto a cómo empezar un nuevo estilo de vida”, sugiere Gilliam.

Dios nos creó  como seres completos. Cuerpo, menta y espíritu están todos conectados el uno al otro.

  The Rev. W. Craig Gilliam helps us find ways to reconnect after times of conflict. Photo courtesy of the Rev. W. Craig Gilliam.   
El Rev. W. Craig Gilliam nos ayuda a reconectarnos después de tiempos de conflicto. Foto cortesía de W. Craig Gilliam.

Pase tiempo con sus amistades

Gilliam sugiere que “frecuentemos amistades con que nos hacen sentir mejores persona cuando estamos con ellas”. Gaste un buen tiempo de calidad con la gente que ama.

Escuche la invitación

Si continúa luchando, considere preguntarse a sí misma, “¿Cuál es la invitación aquí? ¿Cómo es que Dios me llama a crecer?”

Pase tiempo discerniendo qué será lo que Dios quiere mostrarle durante este tiempo, qué podría hacer diferente en el futuro y la manera de involucrarse para producir cambios.

Tómese su tiempo

“La reconciliación es un viaje. No es una acción de un solo momento”, nos advierte Gilliam. Nuestro ritmo no será como el de otras personas. No podemos forzarlo.

“No hay nada peor que forzar algo que todavía no ha madurado”, continúa, “y no poner atención cuando es el momento adecuado”.

Algunas veces, quizá necesitemos aceptar que una relación jamás podrá reconciliarse. Una de las cosas más difíciles es “honrar la decisión que otra persona ha hecho de no perdonar”, dice Gilliam, “no permitiendo que nos amarguemos”.

Siga enamorado de Dios

Por último, Gilliam nos recuerda las reglas generales de Juan Wesley: “No hagas daño, haz el bien y mantente enamorado de Dios”. Cuando lo hacemos, seremos capaces de vencer el conflicto y crecer gracias a la experiencia.

Joe Iovino trabaja para UMC.org en Comunicaciones Metodistas Unidas. Contáctelo por email.

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