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Dios obra antes de que lo sepamos: Gracia preveniente

La gracia de Dios está con nosotros incluso antes de que nos demos cuenta. Ilustración de Troy Dossett, United Methodist Communications. "(Texto alternativo predeterminado:" A cada uno de nosotros se nos ha otorgado gracia. Efesios 4: 7. Ilustración de Troy Dossett, United Methodist Communications
La gracia de Dios está con nosotros incluso antes de que nos demos cuenta. Ilustración de Troy Dossett, United Methodist Communications. "(Texto alternativo predeterminado:" A cada uno de nosotros se nos ha otorgado gracia. Efesios 4: 7. Ilustración de Troy Dossett, United Methodist Communications

Parte de nuestra serie de tres artículos, El concepto wesleyano de la gracia.

Cuando consideramos las circunstancias que nos llevaron a la fe en Jesucristo, empezamos a ver la mano de Dios obrando en nuestras vidas mucho antes de estar conscientes de la presencia del Espíritu.

El Rdo. Matt O’Reilly comparte: “Nunca despertamos por la mañana y decimos: ‘¡Oye! Creo que voy a dar mi vida a Jesús hoy’”, porque sea nuestra idea. O’Reilly es pastor de la iglesia Metodista Unida St. Mark, en Mobile, Alabama.

God is at work in our lives before we know it, often through the love others show us. Photo by Kathleen Barry, United Methodist Communications.

Algunos de nosotros fuimos bendecidos por tener adultos en nuestras vidas, como este consejero de campamento, que nos hablaron de Jesús a edad temprana. Foto por Kathleen Barry, Comisión Metodista Unida de Comunicaciones.

Tal vez fuiste lo suficientemente afortunado por tener padres que te llevaron a la iglesia y te enseñaron historias de la Biblia cuando eras pequeño. Quizás una amiga de la preparatoria te invitó a su grupo juvenil donde sentiste el amor y la aceptación que anhelabas. Tal vez tocaste fondo y tu padrino de rehabilitación te mostró el poder de seguir a Jesús de una forma que sabías que necesitabas. Tal vez tu matrimonio se vino abajo y un amigo cristiano que había pasado por una situación similar te apoyó en los días más difíciles.

John Wesley, el fundador histórico del movimiento metodista, veía la gracia de Dios obrando en esos momentos. Quienes te mostraron la sanación, el perdón y el restablecimiento disponibles mediante la fe en Jesucristo se acercaron a ti por la gracia preveniente de Dios.

¿Preveniente?

Si piensas que usar una palabra extraña como preveniente es un problema, la otra palabra favorita de Wesley para esta temporada de gracia era previsora; una palabra que utilizó en el siglo 18 de manera muy diferente a como se utiliza hoy.

Las palabras preveniente y previsora vienen de una raíz latina que significa preceder. Por lo tanto, gracia preveniente o previsora no es más que la gracia que viene antes. ¿Antes de qué? De la gracia justificadora.

En The Principles of a Methodist Farther Explained (Los principios de un metodista explicados a mayor detalle), Wesley utiliza la metáfora de una casa para describir nuestros recorridos espirituales. Se refiere a nuestra justificación por la fe como “la puerta”. Compara la condena por nuestro pecado y el reconocimiento de nuestra necesidad de salvación con un portal o terraza.

La gracia preveniente es la gracia del portal. Prepara nuestros corazones y mentes para escuchar y recibir el Evangelio de Jesucristo, y para responder con fe.

“Esta gracia los convence de que son pecadores que necesitan a Dios para tener perdón”, explica el Rdo. Nday Bondo Mwanabute, profesor de teología en la Universidad de África, en Mutare, Zimbabue. “El Espíritu Santo los ayuda a acercarse a Dios y reconocer Su voluntad y santidad.”

Wesley enseñó que la gracia de Dios está al alcance de todos y no solo de unos cuantos, como creían algunos de sus contemporáneos. Por desgracia, muchos se resisten a la gracia preveniente de Dios y nunca optan por acercarse a Cristo con fe y cruzar la puerta de la justificación para continuar su recorrido espiritual.

Dios obra en nuestras vidas

Al describir este periodo como gracia, nos recordamos a nosotros mismos que esto no es algo que hacemos por nosotros mismos. Es, más bien, un regalo de Dios.

“Sin una doctrina de la gracia, te quedas en el suelo intentando subir por una especie de escalera de mano que se hizo sola”, explica O’Reilly. “Te quedas atorado en el intento de vivir de una manera para tratar de congraciarte con Dios, y eso es deprimente.”

A United Methodist pastor talks about how God's grace catches us when we fall. Photo by Laura LaRose, courtesy Flickr, CC2.0.

El Rdo. Gary Henderson considera que la gracia preveniente es una red de seguridad para nuestras vidas a veces peligrosas. Foto por Laura LaRose, cortesía de FlickrCC2.0.

Cuando lo entendemos como la gracia, reconocemos que Dios está obrando en nuestras vidas antes de darnos cuenta. La Biblia lo dice de la siguiente manera: “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”. (Romanos 5:8).

“Tengo esta imagen del circo y los trapecistas”, explica el Rdo. Gary Henderson de la Comisión Metodista Unida de Comunicaciones. “Hacen estas acrobacias increíbles a gran altura y es peligroso. La vida es así... Gracias a la preveniencia, tenemos una red de seguridad.”

Por la gracia de Dios, el Espíritu Santo está presente en nuestras vidas y nos acerca cada vez más a Cristo a través del apoyo amoroso de una amistad, al ejemplo de fe de alguno de nuestros padres o a un sermón que suena como si Dios nos hablara directamente. Cuando estamos convencidos de nuestro pecado y anhelamos vivir una nueva vida en Jesucristo, somos justificados por la fe, otro acto de la gracia amorosa de Dios en nuestras vidas.

Lee el resto de nuestra serie, El concepto wesleyano de la gracia.

*Joe Iovino trabaja para UMC.org en la Comisión Metodista Unida de Comunicaciones. Puedes contactarlo vía correo electrónico o en el 615-312-3733.

Este artículo se publicó originalmente el 2 de marzo del 2018.

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