Para quienes no entienden

“¿Has tratado de levantarte y hacer algo?”

“Debes parar de beber”

“¿Por qué quieres ser infeliz?”

Estas son algunas de las cosas que la gente dice para animar a las personas con problemas mentales. Estas afirmaciones infunden mucha vergüenza.

Me da vergüenza escribirlas…

... particularmente porque yo he dichos cosas como estas a una persona real que enfrentar problemas reales. Por cierto, se lo he dicho a un familiar que sufre de depresión y que se recupera de la adicción. Estos eran los problemas que yo no entendía. Por medio de mis afirmaciones desechaba sus problemas como si fueran un constructo artificial que ella podía simplemente poner de lado. Quería que ella escogiera no estar deprimida. Quería que decidiera no ser más una persona adicta.

Cada vez que yo pronunciaba una tontera, me contestaba “tú no entiendes”. Mis afirmaciones no tenían sentido. La verdad era que no entendía. Admito que todavía no entiendo completamente. Pero mi falta de entendimiento no debería prevenirme de actuar con compasión y compañerismo. Para poder ser una presencia que no daña y ser en cambio una persona que ayuda, debo de llegar a entender completamente.

Lo cierto es que continúo regresando a mi estado de mal entendimiento. Sigo asumiendo que cuando mi ser amado no es capaz de levantarse de la cama por un día o cuando no quiere salir conmigo para juntarnos con amistades, ella está tomando una decisión. Doy por sentado que ella podría cambiar la situación con sólo quererlo.

La persona que sufre de depresión no elige la depresión. El adicto no elige ser adicto. La gente que sufre de ansiedad no elige la ansiedad.

Stigma is contributor to not getting help with mental health

Pero eligen cómo responder a los problemas. Algunas veces esas decisiones pueden causar daño, como cuando un adicto ignora el impacto negativo que su adicción causa en su familia, o cuando el deprimido decide auto-medicarse, agravando la depresión con adicción. Notemos que ignorar el problema no es una decisión.

Sin embargo, mi problema es que con frecuencia confundo las conductas que otra persona puede controlar con los problemas más profundos que producen estas conductas. Tiendo a creer que una persona que sufre depresión puede decidir salir de la depresión. Doy por sentado que la persona que lucha con una adicción puede elegir poner de lado los impulsos de la adicción con su simple fuerza de voluntad.

La situación nos recuerda lo que dijo el Apóstol Pablo en Romanos 7:15,

“No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco” (NVI).

Pablo hablaba de los impulsos de la naturaleza humana. Quería hacer lo bueno pero terminaba haciendo lo malo. La mayoría de nosotros puede identificarse con el problema. Todos nos encontramos anidando sentimientos o conductas que preferiríamos no tener.

Creo que el primer paso para ser una persona positiva para quienes sufren de problemas mentales es admitir que hay partes de nuestra propia naturaleza que nos inclinan a hacer cosas que no queremos. En esta forma, me doy cuenta que no soy tan diferente de las personas diagnosticadas con un problema mental.

“hago… lo que aborrezco…”. Lo que nos puede ayudar a entender es que este mensaje circula en la menta de la persona con tanta frecuencia que es difícil introducir otro mensaje. Se convierte en una profecía auto-cumplida. La repetición negativa erosiona los pensamientos de autoestima, al punto que la idea de “hago… lo que aborrezco…” se convierte en “no puedo hacer nada más”, y “no sirvo para nada más”. En el peor de los casos, la persona llega a creer que es una carga para los demás, que no hay esperanza, y se generan pensamientos suicidas.

No he sido capaz de colocarme totalmente en la situación de la persona que sufre de una enfermedad mental. No entiendo todo lo que mi ser amado siente. Su experiencia no es mi experiencia. Pero creo que puedo ofrecer otro tipo de entendimiento. Aunque no puedo empatizar completamente, lo que sí puedo hacer en ofrecer mi compasión y compañerismo.

Stigma is contributor to not getting help with mental health

Para quienes no entienden, esto es lo que yo haría:

Reconozca que hay un sentido de vergüenza que inunda la menta de su ser amado. No necesita decírselo, pero asegúrese de no reforzar ese sentido de vergüenza. Así que, evite hacer afirmaciones y ofrecer consejos como los mencionados al principio de este artículo. Esas palabras refuerzan la vergüenza porque son cosas que la persona ya está tratando de hacer pero sin poder lograrlo. La persona con depresión no quiere ser infeliz, así que no insista que deberían tratar de ser feliz.

Valide su experiencia. Parte de la vergüenza que ataca al deprimido se relaciona con el hecho de que siente que no tienen razón para sentirse como se siente. No menosprecie los sentimientos negativos. No pase por alto estos sentimientos mencionando todas las cosas por las que debería sentirse contentos. Una forma de validar es preguntar “¿Qué puedo hacer para estar contigo mientras te sientes deprimida o ansiosa?”

Muy importante es que usted insista en que la persona es una buena persona y que tiene valor que Dios le ha dado. A la persona deprimida le cuesta sentirse así. Admito que cuando mi amada está deprimida, me inclino aislarla y ella también quiere aislarse. En tales circunstancias, el desafío es demostrarle que ella es digna de mi atención. No siempre siento que acepta mi compañía, lo que es difícil para mí, pero el gesto que mi presencia y preocupación le suplen comunican un sentido de valor. En los casos de depresión o ansiedad, intente acompañar a la persona enferma. En los casos de adicción, aclare que usted no define a la persona amada en términos de su adicción y que usted realmente desea que se mejore. La gente es más que su adicción.

Ofrézcales acompañarlos. La ayuda externa en la forma de consejería o tratamiento son cosas buenas. La mejor forma de promover algo así es ofrecerse a ir con ellos. Repitamos: la consejería y el tratamiento siempre son buenos, para usted y para el que sufre de adicción o depresión.

Si usted siente el peso de las emociones que surgen con estos problemas, vaya al siguiente enlace: 7-day emotional detox. Se trata de siete devocionales que ayudan a procesar algunas mentiras tóxicas que producen emociones negativas.


Ryan Dunn es ministro de Online Engagement for Rethink Church. Vive en Nashville, TN, con su esposa y suegra. Es diácono ordenado por la Iglesia Metodista Unida.

Comunicaciones Metodistas Unidas es una agencia de la Iglesia Metodista Unida

©2024 Comunicaciones Metodistas Unidas. Reservados todos los derechos