Es emocionante que el Espíritu guie a una iglesia a hacer algo nuevo, aun cuando sea intimidante. Hay 25 miembros de la Iglesia Metodista Unida St. Matthew, que recibieron el llamado a proporcionar vivienda de emergencia en el centro de la ciudad de Memphis (Tenn.). Esto pareciera algo que va más allá de todos sus medios, pero Dios provee de maneras maravillosas.
“Hay una epidemia de personas sin hogar, y la gente necesita responder”, dice la pastora Kimberlynn Alexander. “Estamos practicando Mateo 25: alimentar, vestir y albergar”.
La IMU St. Matthew tenían un espacio, pero carecían de los recursos, así que se conectaron con socios de la iglesia y de la comunidad para llenar los vacíos. Este ministerio colaborativo ha crecido y ha reunido una variedad de talentos y dones que son vitales ahora que el esfuerzo gana impulso.
Una nueva visión para la misión
El Centro John Meeks originalmente tenía el fin de alojar a equipos de misión, pero ahora se convirtió en un albergue para una estadía de corta duración. A menudo lo usan mujeres y niños, algunas que escapan de la violencia doméstica, mientras que otras no han logrado obtener vivienda asequible. Los huéspedes reciben comida caliente, duchas, juguetes y espacios para relajarse y dormir.
“Tenemos que hacer algo distinto a fin de servir las necesidades de la comunidad”, comparte Alexander. “Toda la congregación está involucrada”.
Terrence Ryans es un líder laico de la IMU St. Matthew que ha sido entrenado para responder a los traumas, a fin de servir mejor a los huéspedes. Alexander explica que “la falta de vivienda es una experiencia traumática”.
Ryans usa el currículo de Triumph Over Trauma para ayudar a los huéspedes a aumentar su autoconciencia y entender el estrés que cargan en su mente y cuerpo. Nos explica: “esto los ayuda a identificar las cosas que desencadenan su estrés, de modo que puedan tomar buenas decisiones en el futuro”.
La iglesia también ofrece una serie de closets grandes llamados Mission Row. En estos closets, las visitas encuentran ropa, artículos de higiene personal, comida, ropa de cama y artículos para el hogar. Cada semana, unas 30 personas recolectan artículos para Mission Row.
“Queremos ser capaces de servir a la población más pobre y saber que Dios lo ha hecho. No hay forma en que pudiéramos haberlo hecho sin él”, dice Alexander.
Dios provee los socios
La Iglesia Metodista Unida St. Paul es una iglesia suburbana a unas 25 millas. La iglesia rápidamente se convirtió en socia y hermana. Cada semana, las voluntarias recolectan y clasifican donaciones, proveen de comidas calientes y lavan ropa.
Las voluntarias también proveen compañerismo y ayuda a muchos de los huéspedes, asegurando que cada persona tenga exactamente lo que necesita antes de irse. Todo el año, la congregación completa la construcción de proyectos. También organiza colectas de juguetes, comida y ropa para que Mission Row esté siempre abastecido.
“Somos una iglesia en misión. Si vemos necesidades, respondemos adecuadamente. A la semana de haber empezado la recolección de ropa, recibimos más donaciones de lo que necesitábamos”, dice Frances Lawson, miembro de la IMU St. Paul y voluntaria. “Podemos hacer donaciones pero también tenemos gente que quiere hacer trabajos prácticos”.
Al menos una vez al mes, los Gleaners de la Iglesia Metodista Unida Collierville entregan entre quinientos y mil libras de alimentos perecibles donados por restaurantes y super mercados. Esto beneficia a los huéspedes que pasan la noche, miembros de la comunidad y una congregación hispana que se reúne en el edificio de St. Matthew.
En sociedad con la Corte Juvenil, Ryan asesora a jóvenes que están cumpliendo horas de servicio voluntario trabajando en los proyectos del centro. Nos dice: “los amamos y no los juzgamos. Los escuchamos y pasamos tiempo con ellos. Es un ministerio significativo poder llegar a los jóvenes y edificar comunidad”.
El cambio continuo produce crecimiento
Se recaudan fondos y se construye a fin de convertir el ministerio de vivienda de emergencia en un centro de vivienda de transición para mujeres y niños. La instalación contará con 10 dormitorios completamente amueblados, cada uno para una familia individual.
La IMU St. Matthew planea añadir socios adicionales, personal remunerado y mejorar la seguridad. Cada una de estas cosas ayudará a crear un espacio seguro y amoroso para las familias mientras construyen sus vidas sobre un mejor fundamento.
Los voluntarios dedicados y el espíritu persistente de la congregación parecieran garantizar de que el trabajo no va a disminuir en el corto plazo. Como dice Ryans, “Dios está llevando a cabo esto”.
Laura Buchanan trabaja para UMC.org en Comunicaciones Metodistas Unidas, Nashville, Tennessee. Contáctese por email.