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Una iglesia para los abandonados

En el estado de Colorado, la ciudad de Denver es una ciudad de contrastes. Goza de una vida urbana vibrante, con lujosos edificios de apartamentos en construcción y nuevos restaurantes que aparecen continuamente gentifricando vecindarios. Todo esto se puede encontrar a tan sólo 30 minutos de Rocky Mountains, si se viaja en una dirección, o 30 minutos de las comunidades agrícolas y ganaderas de las planicies del este, si vamos en la otra dirección.

. El oeste de nuestro país se hace cada vez más secular, prefiriendo un desayuno tardío o el excursionismo que ir a un servicio religioso tradicional. Esto existe junto a las iglesias establecidas o nuevas de todas las tendencias teológicas. 

En medio de estas yuxtaposiciones, una nueva congregación metodista unida ha echado raíces y cambiado la forma en que la gente percibe lo que es la “iglesia” en un edificio y vecindario históricos. El Rev. Jasper Peters es el pastor de Belong Church, que empezó a reunirse semanalmente para la adoración en 2017. Belong se reúne en un edificio neoclásico en el barrio residencial de Denver que fue residencia de la Iglesia Metodista St. Paul por 106 años, antes de que la congregación cerrara en 2016. Peters explora algunas de las tensiones que crearon la iglesia Belong:

“Somos una comunidad diversa dirigida por un pastor que pertenece a una minoría étnica. Nos reunimos, vivimos y florecemos en un edificio que perteneció a una Iglesia Metodista Episcopal, edificio sur –el primero en Colorado. Esta no es toda la historia de la IMU St. Paul, que se convirtió en una congregación muy progresista… pero es significativo que una iglesia que se fundó en la exclusión y la subyugación de la gente negra, ahora es el hogar de una congregación dirigida por un hombre negro”.

La naturaleza conexional de la denominación metodista unida y la “cláusula de fideicomiso” que afirma que los edificios de las iglesias se mantienen en fideicomiso por la congregación local para el bien de la más amplia conferencia regional, creó una oportunidad que de otra manera no se habría presentado para esta emergente comunidad de fe.

“St. Paul ya no era sostenible… La costumbre y la tendencia en Denver habrían hecho que la iglesia cerrara, que un constructor comprara esta propiedad en esquina, para demolerla o convertirla en apartamentos modernos. Pero la cláusula de fideicomiso dio la oportunidad de decir ‘sí’ cuando vine y dije: queremos hacer algo nuevo en el centro o zona residencial de la ciudad. Siendo una comunidad muy nueva en ese momento, sólo 14 personas reunidas en la sala de casa, nos dio la oportunidad de experimentar algo [más inmediato]… nos mudamos a un medio ambiente que nos invita y desafía a crecer en él y a crecer en nuestra historia”.

Las puertas del edificio son púrpura, lo cual es una señal histórica de que somos una comunidad inclusiva de la gente LGBTQ. Hoy Belong vive la tradición de inclusividad y testimonio social. El Rev. Peters informa que entre el 30 y 40 por ciento de la congregación es LGBTQ.

Cada mes, la congregación se compromete con “Una Cosa”, esto es, con un problema, organización o acción identificada para involucrarse en el trabajo en pro de la justicia en la comunidad. La iglesia se ha asociado con 6 o 7 organizaciones a lo largo de un año, desde despensas de alimentos, al Centro LGBTQ o una escuela primaria en un barrio que se caracteriza por su alta diversidad étnica y bajos recursos. Se anima a los miembros de la iglesia a que compren alimentos para donar, a que contribuyan financieramente y que se unan al voluntariado.

El Rev. Peters explica: “no se trata sólo de enviar cosas, sino que le pedimos a la gente que abra sus corazones, que sirvan a una o más de estas comunidades en forma intencional, sea varias veces al año o dos veces al mes. Estamos tratando de crear ritmos para que la gente ponga a trabajar su fe, con una expresión externa y tangible de lo que hacen. Por más que queramos ser una excitante comunidad de fe, no queremos aislarnos ni centrarnos en nosotros. Si alguien tiene $100 extra para donar, le pedimos que no nos dé el dinero para nuestro sustento, sino que lo gaste en arroz y frijoles para otros, porque creemos que dar más allá de nuestras murallas será lo que nos ayudará a florecer y crecer”.

También se pide a los miembros de la comunidad que en forma regular hablen durante el servicio de adoración acerca de lo que están haciendo por otros, en un segmento que hemos llamado “Nuestras Historias”, a fin de que otros lo reconozcan como la práctica espiritual clásica de testimonio. Estas historias podrían venir de un voluntario o empleado de una organización asociada, como Casa de Paz, la que alberga a miembros de familias separadas de sus seres queridos que están en el centro de detención de inmigrantes en Aurora. Este ministerio también ofrece apoyo a quienes han sido puestos en libertad. Sarah Jackson, que fundó Casa de Paz después de viajar a la frontera entre los Estados Unidos y México para oír las historias de quienes fueron separados por el centro de detención, ha hablado durante la adoración, así como otra gente que trabaja en su ministerio.

El Rev. Peters describe cómo Sarah una vez trajo a una mujer cuyo novio había sido detenido y que al día siguiente iría a una audiencia. “Pidió oraciones y dijo: ‘Si conocen a algún abogado de inmigración que pudiera ayudarnos’. Uno de nuestros miembros es abogado de inmigración, y durante los saludos al final del culto los vi juntarse para formar una estrategia. La iglesia está ocurriendo. Cuando contactamos gente que está haciendo una importante labor con gente apasionada por producir una transformación dentro de nuestras cuatro paredes, es allí donde vemos potencial para nueva vida”.

Belong invita a la gente a seguir a Jesús en el experimentar y trabajar para la transformación de individuos y del mundo. Miqueas 6:8 funciona como piedra de toque para este trabajo: Haz justicia, ama la misericordia y camina humildemente con tu Dios. El Rev. Peters comenta que parece peculiar que una iglesia metodista unida tenga tantos miembros que han sufrido alguna mala experiencia en la iglesia, que los hirió o los alejó. “Lo que más escucho es alguna versión de ‘tuve que abandonar la iglesia’ o ‘me convencí de que la iglesia me había abandonado’. Cuando la gente viene, pasan tiempo con nosotros y empiezan a servir con nosotros, surge el constante refrán de que ahora sienten que la iglesia ha sido renovada para ellos en este lugar. Una forma de expresarlo sería decir que el corazón de la iglesia, lo que la iglesia debería ser, ha sido abierto para ellos”.

“La idea detrás de Belong es simplemente decirle a toda la gente que por alguna razón fue excluida, expulsada, o  a quienes se les dijo que no había lugar para ellos entre quienes siguen a Jesús, que no es así. Les decimos que pertenecen a Dios y que nos pertenecemos unos a otros. El futuro de la obra de Jesús a la que nos sentimos llamados a realizar está en nuestras manos”.

“A menudo parafraseo la bendición de Santa Teresa en nuestra bendición: Mira tus manos; Jesús no tiene otras manos que esas, y si hay trabajo por hacer usando manos, estas son las manos. Jesús no tiene pies sino estos, no tiene un corazón que palpita… Es una forma de devolverle la iglesia a la gente: la obra que Dios hace en el mundo depende de ti”.


La Rev. Kerry Greenhill es diacona ordenada en la Iglesia Metodista Unida. Tiene 14 años de experiencia en iglesias locales con una pasión por la adoración creativa, la formación espiritual de adultos y la misión/alcance. Sus escritos han sido publicados por Alive Now, Reinventing Worship, A Child Laughs, y We Pray with Her. Kerry vive con su esposo, dos hijos y dos gatos en Westminster, Colorado.

[Publicado 15 de mayo, 2019]

 

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