¿Han llegado a ser anticuadas tradiciones como el matrimonio?

When do we question traditions like marriage?
When do we question traditions like marriage?

En este artículo:

  • ¿Cuándo debemos cuestionar la tradición?
  • Las tradiciones nos ayudan a sentir que pertenecemos y somos parte de nuestra historia y cultura.

Es la temporada del amor, así que hablemos del matrimonio. En enero pasado el amor de mi vida me propuso matrimonio. El compromiso hizo surgir muchas preguntas. ¿Qué tipo de boda vamos a tener, tradicional o no tradicional? ¿Queremos de verdad tener una boda? Una de las decisiones más importantes de la vida es decidir casarse. En la antigüedad, el matrimonio era más una decisión económica que romántica. Pero hoy más y más parejas toman la decisión de casarse.

Historia del matrimonio

¿Está convirtiéndose el matrimonio en una tradición anticuada? La evidencia respecto a las ceremonias matrimoniales llega tan atrás como 2350 AC, en Mesopotamia. En el curso de varios siglos el matrimonio llegó a ser una institución generalizada y adoptada por las culturas hebrea, griega y romana. En aquel tiempo uno de los propósitos principales del matrimonio era crear alianzas entre familias. Incluso hoy, en muchas culturas las familias hacen los arreglos para formar parejas que se casan. Al mismo tiempo, la tasa de divorcio ha aumentado alcanzando su máximo histórico en los años 1988-1993, según los datos de CDC.

Siempre me sentí afortunada de que las dos parejas de mis abuelos tuvieron matrimonios estables, lo mismo que mis padres. Pero esto no es común si consideramos la cantidad de mis amigos que crecieron en familias afectadas por el divorcio. Pertenezco al camino de los Milenarios y la Generación Z. Tendemos a ver las razones de por qué algunas personas tienen dudas en cuanto al matrimonio. Algunos jóvenes encuentran que la institución del matrimonio es muy conservadora o peligrosa, y eligen permanece unidos en forma extraoficial.

Mi prometido y yo no somos gente tradicional. Por lo general, vamos contra la corriente, pero no por antipatía o rebelión. Simplemente somos así por naturaleza. Personalmente siento que las tradiciones lo encierran a uno y, en algunos casos, frenan el cambio y el progreso, particularmente para los grupos minoritarios. Sin embargo, no creo que debamos abandonar del todo las tradiciones, porque las tradiciones nos ayudan a sentir que pertenecemos y somos parte de nuestra historia y cultura. Las tradiciones crean espacio para que la gente se junte y encuentre unidad.

Mi prometido y yo hemos considerado la idea de simplemente escaparnos. Pensamos que sería la forma más rápida, eficiente y rentable de casarnos. Pero cuando empezamos a darle forma a la idea de una fugada íntima hacia un hermoso parque nacional, empezamos a añadir los nombres de la gente que le gustaría estar presente. El fugarnos nos habría dejado lamentando no haber tenido una boda llena de la gente que amamos.

La tradición no tradicional

Por otro lado, el casarnos según la forma tradicional tampoco nos atrae. Vamos a seguir el camino no tradicional planeando una boda a la que todos tienen que viajar a un lugar de destino. No nos casaremos en una iglesia, sino que tendremos la ceremonia en medio de la maravillosa creación de Dios, en Montana. Sin embargo, en otros aspectos todavía será una boda tradicional. Tendremos un pastor. Asistiremos a consejería matrimonial antes de la boda, y he decidido adoptar el apellido de mi prometido.

Para ser franca, realmente no me importa que mi prometido me haya ayudado a escoger mi traje de novia y no vamos a congelar la parte superior del pastel de boda para comerlo en nuestro primer aniversario. A fin de cuentas, no creo que algunas de las tradiciones matrimoniales típicas de nuestra cultura sean importantes. Lo que realmente importa es el amor de Dios emanando en la ceremonia. Por tanto, en la ceremonia leeremos 1 Corintios 13, que dice:

Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido.

 2 Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.

 3 Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso.

 4 El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.

 5 No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.

 6 El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.

 7 Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

 8 El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá.

 9 Porque conocemos y profetizamos de manera imperfecta;

 10 pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá.

 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño.

 12 Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido.

 13 Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor. (1 Corintios 13:1-13, NVI)

El amor es el don más grande que Dios nos haya dado, el cual es celebrado y honrado en la institución del matrimonio. El matrimonio también encarna virtudes como la fidelidad, el sacrificio y la devoción. Para mí la prueba de que una tradición vale la pena es si da honra a Dios.

Madison Myers se graduó de la Universidad de Tennessee, Chattanooga, con un título en Mercadotecnia. Madison ha viajado a la mayoría de los parques nacionales de nuestro país y su meta es visitarlos todos.

Comunicaciones Metodistas Unidas es una agencia de la Iglesia Metodista Unida

©2025 Comunicaciones Metodistas Unidas. Reservados todos los derechos