8 maneras de edificar la fe de los pequeños

La formación de la fe no se limita al tiempo que pasamos en la iglesia. Expertas metodistas unidas que trabajan en el ministerio de niños comparten algunos consejos que ayudan a que los padres hagan de cada día algo sagrado para toda la familia. En la foto vemos a personas que asisten a la Iglesia Metodista Unida St. Paul, en Fremont, California. Foto por Kathleen Barry, Comunicaciones Metodistas Unidas.
La formación de la fe no se limita al tiempo que pasamos en la iglesia. Expertas metodistas unidas que trabajan en el ministerio de niños comparten algunos consejos que ayudan a que los padres hagan de cada día algo sagrado para toda la familia. En la foto vemos a personas que asisten a la Iglesia Metodista Unida St. Paul, en Fremont, California. Foto por Kathleen Barry, Comunicaciones Metodistas Unidas.

Nunca es demasiado pronto para empezar a compartir prácticas de fe con nuestros pequeños. “Ayudar a nuestros hijos a que conozcan el amor de Dios y que sepan que Dios los ama es un concepto verdaderamente fundacional que los pequeños, aún en pañales, deben aprender”, dice la Rev. Kathy Pittenger, coordinadora de iniciativas para niños de la Conferencia Metodista Unida de Michigan.

La Rev. Joanna Cummings, pastora de niños y sus familias de la Iglesia Metodista Unida East End de Nashville, Tennessee, concuerda: “Creo que los niños son seres espirituales y creo que tienen mucho que mostrarnos acerca de quién es Dios”.

Entretejiendo la formación de la fe en la vida diaria

Fomentar la fe en bebés, niños pequeños y preescolares no solo es significativo sino que muy divertido. Aún la familia muy ocupada puede incorporar esta labor importante en la vida diaria. Uno solo tiene que encontrar las prácticas espirituales que funcionen mejor para su familia.

Cummings y Pittenger comparten las siguientes ideas:

1.   Evalúe su ritmo diario

Identifique transiciones y pausas en sus rutinas, en las que usted pueda añadir oración, discusión y la Biblia. Por ejemplo:

    • Escriba o imprima oraciones para colocarlas sobre el mostrador de mudar pañales, a fin de orar en dichos momentos.
    • Mantenga en su automóvil una pila de iniciadores de conversación. Haga preguntas que no tengan una respuesta “correcta”, como: “¿Te has preguntado cómo sería haber visto a Jesús caminando por el mar?”
    • Use la cena, la siesta o la hora de irse a la cama como oportunidades para leer una historia bíblica y compartir una oración.

2.   Ore de diversas maneras

Explore una variedad de prácticas de oración para encontrar las formas que su pequeña disfrute más. A medida que sus niños crezcan, escoja otros estilos que respondan a los nuevos cambios.

    • El Padre Nuestro y la Doxología son buenas oraciones, porque la repetición es buena para los niños. Decir la misma oración una y otra vez está bien. De hecho, la repetición produce familiaridad y confort.
    • Orar con el cuerpo: Ore haciendo movimientos corporales.
    • Una caminata: Salga para maravillarse de la creatividad de Dios y dé gracias por la creación.
    • Oración artística: Pídale a su pequeña que dibuje lo que le gustaría decirle a Dios.

3.   Lea, juegue y aprenda

El leer una Biblia como Celebrate Wonder Bible Storybook, hará que la Biblia cobre vida por medio de las ilustraciones y el vocabulario simple. Considere también libros de cartulina gruesa , libros para acurrucarse y libros que contienen oraciones para familias. Dado que los niños aprenden jugando, use títeres o juguetes interactivos para que la historia sea divertida. Consulte Digital Faith Formation Playlists creadas por Pittenger y su equipo. La lista incluye lecturas, preguntas, oraciones, música, actividades y mucho más.

4.   Modele su fe

Los niños aprenden viéndonos actuar. Los niños querrán unírsele cuando usted lidere para ellos en oración, estudio bíblico, adoración, hablar de Dios, servicio a otros, participación en una comunidad de fe y la exploración de las prácticas espirituales. Los niños esperarán que estos componentes estén presentes en su rutina diaria y empezarán a incorporarlos en la de ellos. Los pequeños hasta le recordarán que realice una actividad que usted olvidó o le podrían sugerir otra

5.   Acepte las preguntas difíciles

Está bien que usted no sepa responder a preguntas difíciles, diciendo “No sé, tratemos de encontrar una respuesta juntos”. Pregúntele a su pastor o pastora. Indague recursos o hable con sus amigos para recibir ayuda con temas complicados. Después de todo, los padres también están en un viaje de crecimiento espiritual. Es algo bueno que los pequeños la vean creciendo junto con ellos. Uno puede responder a una pregunta con otra pregunta, como: ¿Qué piensas tú? Esto los incitará a descansar en su propia espiritualidad y lo que ya han aprendido, a fin de sacar conclusiones, descubrir nuevos temas y generar mayor conversación.

6.   Ofrezca una bendición

Un momento importante del día ocurre cuando usted bendice a su pequeña. Esto se puede hacer antes de que se vaya a la escuela o Kindergarten, o antes de irse a la cama. La bendición ayudará a que el niño tenga una profunda conexión con usted y Dios. Mire a su pequeño en los ojos cuando lo bendiga, a fin de crear un momento especial. Cummings bendice a su pequeña de esta manera: “Te bendigo en tu crecimiento, te bendigo cuando sales de casa, te bendigo mientras juegas, te bendigo el día de hoy”. Pittenger también bendice a su hijo que va a la escuela: “Que Dios bendiga a mi hijo y lo ayude a crecer grande y fuerte y sabio para que ame más a Dios y a todos cada día”.

7.   Ayude a otros

El involucrarse en el servicio comunitario puede ser una manera excelente de crear vínculos familiares y crear una oportunidad para hablar en cuanto a amar a los vecinos siendo un discípulo o discípula de Jesús, y viviendo nuestra fe. El clasificar artículos en una despensa de alimentos es una actividad apropiada para voluntarios de toda edad. Participar en un esfuerzo de abogacía en cuanto a un problema de justicia social que apasiona a la familia es una forma efectiva para que los niños vean que su voz es importante y que ellos pueden generar cambios a favor de otros.

8.   Manténgase conectada

El mantenerse activa en una comunidad de fe ayudará a que los niños vean qué papel juegan en el cuerpo de Cristo. Incluir a los niños en el servicio de adoración amplía su entendimiento de la iglesia y lo que significa alabar a Dios. También es importante que los niños sepan que pueden confiar y aprender de los adultos que no son sus padres, sea las maestras de escuela dominical, los abuelos y los amigos de la familia. Además, la comunidad le provee a los padres con un sistema de apoyo cuando busquen ideas y recursos para los padres, empleados de la iglesia y otras familia que pasan por situaciones similares.

Aliento para los padres

“Los padres no serán expertos en asuntos teológicos pero son expertos en niños. No tenemos por qué tener todas las palabras correctas o todas las respuestas correctas”, dice Pittenger.

Cummings comenta: “Los padres deben ser pacientes consigo mismos. Ustedes aman a sus niños y edifican su fe en medio de un tiempo realmente difícil y desafiante, especialmente para las familias jóvenes. Todo lo que es intencional en cuanto a compartir con sus niños el amor de Dios, la historia de Dios o la fe en una conversación es algo edificante”.

Laura Buchanan trabaja para UMC.org, en Comunicaciones Metodistas Unidas.

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