La espiritualidad de los castillos de arena

Dylan Mulligan, conocido como el hombre de arena de Georgia, construyó una réplica de castillo Highclere que aparece en la serie Downton Abbey. Su creación la realizó en la playa Gould's Inlet, en la isla Saint Simons, en Georgia. Le tomó siete horas y contiene unos cien galones de agua. Foto cortesía de Dylan Mulligan.
Dylan Mulligan, conocido como el hombre de arena de Georgia, construyó una réplica de castillo Highclere que aparece en la serie Downton Abbey. Su creación la realizó en la playa Gould's Inlet, en la isla Saint Simons, en Georgia. Le tomó siete horas y contiene unos cien galones de agua. Foto cortesía de Dylan Mulligan.

Dylan Mulligan pasa muchos fines de semana acompañado del cielo y el mar, gozando de todo lo que la mano de Dios ha hecho y silbando su himno favorito “This is My Father’s World.”

Mulligan construye castillos de arena, un pasatiempo que este antiguo metodista unido ha practicado por tres décadas. Con los años, Mulligan se ha dado cuenta de que, lo que algunos llaman juego de niños, para él es un don de Dios.

“Dios entrega dones a cada uno”, dice Mulligan. “Cuando me di cuenta de que había tanta gente deleitándose en mis creaciones, la construcción de castillos de arena se convirtió en más que una actividad que disfrutaba. Se transformó en hacer que mi talento glorifique a Dios”.

Oportunidades para compartir

El gastar horas construyendo estructuras de arena le provee la oportunidad de compartir su fe, ya que a menudo sus admiradores le preguntan cómo es que construye castillos tan intrincados.

“Se trata solo de la bendición del buen Señor”, responde Mulligan. “Un ser humano no puede tomar un montón de arena y construir algo así”.

Mulligan ha estado mezclando baldes de arena desde que tenía cuatro años. En aquel tiempo dejaba escurrir la arena por sus manos para edificar algo. “La arena se escurre por tus manos y gradualmente construyes algo”, explica. De joven empezó a hacer torres y muros pequeños apilando arena. Como joven adulto aprendió a construir torres y murallas más grandes.

No reclama ser profesional. A veces mira videos de constructores de castillos de arena profesionales, pero la práctica fue su maestro principal. “Descubrí lo que funciona para mí”, añadiendo que sus instrumentos son el agua, baldes, palas, tubos de PVC para moldear las torres y herramientas de tallado.

Las creaciones de Mulligan incluyen réplicas de todo el mundo, como las estructuras de Georgia, la catedral de San Juan Bautista de Savannah, Georgia, y la Escuela de Derecho de la Universidad de Georgia, donde estudio. Hace poco construyó el castillo Highclere, conocido por la serie de televisión Downton Abbey.

Un trabajo especial

  The sand replica of Glennville United Methodist Church remained standing after a strong storm. Photo courtesy of Dylan Mulligan. 
Réplica de la Iglesia Metodista Unida Glennville 

Cuando Mulligan decidió construir una réplica de su amada iglesia, se fue al banco de arena Contentment, en el río Julienton, en Shellman Bluff, Georgia, donde la familia tiene un lugar de vacaciones. Después de cuatro horas de trabajo, Mulligan admiró su última creación. Le tomó tiempo lograr que el campanario quedara perfecto. Confeccionó la cruz con hierba de ciénaga. Entonces cambió el tiempo.

“De pronto, el cielo se puso negro y el viento me arrebató mi balde y sombrero llevándoselos por el banco de arena”, nos dice. “El viento tumbó el campanario. Me puse tan triste”.

Al regresar al bote, se puso a llover. “Llovía a cántaros sobre el castillo de arena”, explica. “Al dejar el banco de arena sabía que cuando regresara nada quedaría del castillo”.

Treinta minutos más tarde, la tormenta pasó y Mulligan volvió al lugar para ver los daños.

“Fue algo increíble, el castillo estaba de pie”, exclama. “La dirección de la tormenta y la manera en que el viento sopló hizo que la lluvia cayera por detrás de la iglesia. El lado que la gente veía y todos sus detalles permanecieron incólumes. Sin ningún daño”.

“Volver después de una tormenta masiva y encontrar que todo estaba de pie perfectamente”, dice Mulligan asombrado, “hizo que ese castillo de arena se convirtiera en algo muy especial para mí”.

Mulligan volvió a construir el campanario e hizo algunas reparaciones antes de tomar las fotos de la versión de arena de su iglesia, la cual publicó en The Georgia Sandman Facebook page.

Nada es permanente

“Esta casa hecha de arena no durará mucho”, escribió en Facebook. “Sin embargo, la maravillosa iglesia metodista construida en la calle South Caswell, en Glennville, Georgia, todavía se mantiene en Cristo, la roca sólida, y jamás se hundirá por las olas.

El tener que dejar sus castillos de arena a merced de las mareas inevitables le ha enseñado una importante lección espiritual.

“En este mundo nada es permanente, especialmente si uno edifica sobre la arena”, nos dice, refiriéndose a la parábola de Jesús que exhorta a edificar sobre una roca, no la arena (Mateo 7:24-27). “Cuando empecé a hacer esa analogía bíblica, mi perspectiva cambió. He llegado al punto que ahora sólo lo disfruto cada vez que edifico algo. Sé que la marea lo va a destruir. No tiene sentido tratar de proteger las cosas de este mundo”.

Crystal Caviness trabaja para UMC.org, en Comunicaciones Metodistas Unidas. Contáctese con ella por email o llame a 615-742-5138.

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