Ante Dios y los demás: Los metodistas unidos y la confesión

Confesamos nuestros pecados ante Dios y entre nosotros. Fotografía de Stock de FreelyPhotos.com, Creative Commons 0
Confesamos nuestros pecados ante Dios y entre nosotros. Fotografía de Stock de FreelyPhotos.com, Creative Commons 0

Aunque La Iglesia Metodista Unida no ve la confesión como un sacramento, conocemos nuestra necesidad de confesar nuestro pecado ante Dios y los demás.

El pecado es una lucha constante. La Biblia nos dice que todos pecamos, y Juan Wesley indicó en un sermón cómo los cristianos siguen luchando con el pecado aún tras su conversión. En "The Scripture Way of Salvation” (El Camino de las Escrituras para la Salvación)," Wesley escribe,

Con qué naturalidad quienes viven un cambio tal imaginan que ha desaparecido todo el pecado; que ha sido extirpado por completo de su corazón y ya no tiene cabida allí!... Pero por lo común, no tardan en reconocer su error, al darse cuenta que el pecado solo estaba suspendido, no destruido. Vuelven las tentaciones y revive el pecado; mostrando que solo estaba aturdido, no muerto.

Muchos de nosotros nos podemos sentir identificados. El pecado es una fuerza persistente en nuestras vidas. La buena nueva es que, cuando confesamos nuestro pecado, Dios promete perdonarnos (1 Juan 1:9).

Ante Dios

Cuando nos reunimos para la adoración, los metodistas unidos a menudo elevamos juntos una oración de confesión. Por medio de una oración de El Himnario MetodistaMil Voces para Celebrar, u otra fuente, y y un momento de oración en silencio, confesamos nuestra pecaminosidad ante Dios.

Después de la confesión debe seguir una declaración de perdón, que puede ser tan sencilla como: “En el nombre de Jesucristo, ¡estás perdonado!”. Juntos, la confesión y el perdón, nos recuerdan que somos pecadores salvados por la gracia.

Evidentemente, no necesitamos esperar hasta el siguiente servicio de adoración para confesar nuestro pecado. Podemos acudir a Dios en oración en cualquier momento para reconocer nuestras fallas y dificultades, y para pedir el perdón de Dios.

REGLAS DE LA SOCIEDAD DE BANDAS

En sus instrucciones para celebrar una reunión de banda, Juan Wesley señaló que a todo miembro se le debían hacer estas preguntas en cada reunión semanal:

  1. ¿Qué pecados conocidos has cometido desde nuestra última reunión?
  2. ¿Qué tentaciones has enfrentado?
  3. ¿Cómo fuiste liberado?
  4. ¿Qué has pensado, dicho o hecho que que te haga dudar si es pecado o no?
  5. ¿Acaso hay algún deseo que quieras mantener en secreto?

John Wesley, "Rules of the Band Societies"
The Works of John Wesley Vol 9 p 78.

Ante los demás

Muchos metodistas unidos también se reúnen en grupos pequeños para confesar sus pecados unos a otros y pedir apoyo y crecimiento espiritual. Las personas en nuestras vidas que oran por nosotros, nos alientan y se interesan por uno, son una fuente de fortaleza en nuestra lucha contra la tentación.

Estos tipos de grupos pequeños tienen su raíz en los inicios del movimiento metodista. Juan Wesley recomendaba que los metodistas se reunieran cada semana con unas cinco personas en un grupo pequeño llamado banda, donde confesaban sus pecados unos a otros.

El propósito de estas bandas, según Wesley, era “obedecer ese mandamiento de Dios que dice: ‘Confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados’. [Santiago 5:16]” (Juan Wesley, “Rules of the Band Societies, Works 78” (Reglas de las Sociedades de Banda, Obras 78).

Hay poca evidencia de que las bandas alguna vez fueran populares en un sentido formal. Pero con los años, muchos cristianos han hallado fortaleza al responsabilizarse de sus votos para vivir como Cristo quisiera que lo hiciéramos.

Muerto para el pecado; vivo para Dios

En la adoración, en grupos pequeños y cuando así lo queramos, los metodistas unidos confesamos nuestros pecados ante Dios y los demás. Al hacerlo, Dios nos perdona y recibimos fuerzas para estar, en palabras de Wesley, “cada vez más muertos para el pecado, [y] cada vez más vivos para Dios" (de"The Scripture Way of Salvation").

*Joe Iovino trabaja para UMC.org en United Methodist Communications. Contáctalo por email o en el teléfono 615-312-3733.

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